En los últimos días, los rumores sobre la crisis matrimonial entre Meghan Markle y el príncipe Harry han alcanzado su punto más alto. Y parece que los vecinos de la pareja en Montecito han decidido romper el silencio para contar lo que realmente sucede detrás de las cámaras. Para nadie es un secreto que los Sussex solían ser conocidos por sus demostraciones públicas de afecto, pero su última aparición en un vídeo del Fondo de Energía Juvenil de Tecnología Responsable ha dejado mucho que desear. Sentados juntos en su jardín, Meghan y Harry hablan con los ganadores de la iniciativa, pero la complicidad que solían mostrar brilla por su ausencia.
Falta de complicidad: ¿una actuación a medias?
Analizando el vídeo en detalle, la experta en lenguaje corporal Judi James ha notado que la pareja evita el contacto visual y los gestos cariñosos que antes eran habituales. Mientras el príncipe trata de buscar la mirada de la duquesa, ella parece más interesada en su teléfono móvil que en su esposo. Especialistas sugieren que este "efecto de refuerzo" con el teléfono es una forma de ocultar la falta de conexión entre ellos. James aseguró en una charla con ‘The Express’ que, en esta ocasión, no "recibimos ninguno de sus rituales táctiles característicos en estos clips o, inusualmente, ninguna de las miradas de adoración y el contacto visual de Meghan". Además, aseguró que “hay pequeños signos de tensión potencial. La sonrisa de perfil de Meghan muestra un músculo trabajando en su mejilla y una leve mandíbula inferior que sobresale mientras Harry está en un punto sujetando el respaldo del asiento con una mano".
Durante sus apariciones públicas, Harry y Meghan siempre solían dedicarse gestos de cariño y afecto, demostrando así su unión y complicidad. Sin embargo, en este último video, no hay ni un solo "toque de pierna" o un intento de acercamiento entre ellos. La distancia emocional y física es evidente. Además, el exitoso documental ‘Harry & Meghan’ de Netflix, que generó polémica, solía mostrarlos como una pareja unida y apasionada. Pero, según los vecinos de los Sussex, estos momentos eran solo actuaciones para la cámara, ya que fuera de ella, la frialdad y la falta de amor se hacían notar.
Residentes de Montecito, testigos de una relación rota
Los residentes cercanos a la mansión de los duques de Sussex en Montecito afirman que han sido testigos de las discusiones y tensiones entre la pareja, y aseguran que su relación está más que acabada. Los constantes enfrentamientos y la falta de interacción positiva entre ellos son signos inequívocos de un matrimonio en crisis. Por este motivo, la imagen de una relación idílica que Meghan y Harry han intentado proyectar al público parece estar desmoronándose, dejando al descubierto la realidad detrás de las cámaras. Los problemas y desacuerdos han desgastado su amor y complicidad, y hoy en día, ya no quedan rastros de la pareja feliz que alguna vez cautivó al mundo.