La campaña de desprestigio contra Letizia ha surtido su efecto. Hace unos meses se intentó frenar los pies a la reina tras dejar a Felipe VI en un segundo plano. Tras las declaraciones de Jaime del Burgo, no le ha quedado más remedio que aceptar su papel como reina consorte. Ahora se ocupa de actos institucionales menores. La reina se había vengado de los Borbón. Aprovechó el momento en el que tuvo ocasión, cuando la corona se resentía por las fechorías de Juan Carlos y el caso Nóos. Obligó a su marido a retirarles las funciones institucionales y el sueldo que percibían de los Presupuestos Generales del Estado. Consiguió que el apellido Borbón no tuviese relevancia. De hecho, Leonor, la futura reina de España, ya no tiene nada que ver con ese apellido.
Letizia había separado a Felipe de su familia, pero continuaba premiando a los Ortiz Rocasolano. Su madre, Paloma Rocasolano, era quien se encargaba del cuidado de Leonor y Sofía cuando eran pequeñas. Durante el Covid vivió con ellos en Zarzuela. Los Borbón perdieron poder y los Ortiz Rocasolano se beneficiaron de la situación. Todos ellos. Telma Ortiz y su marido y Paloma Rocasolano y su pareja. Incluso Jesús Ortiz y Ana Togores, aunque éste no tiene una relación tan estrecha con la reina.
Los Borbón se instalan en Zarzuela y los Ortiz Rocasolano tienen que pedir permiso para entrar, no es su casa
En las últimas semanas, los Borbón se han aprovechado de la situación, aconsejados por Juan Carlos, y se han hecho con Zarzuela. Los hijos de la infanta Cristina, Miguel e Irene Urdangarin ya se han instalado en palacio con la reina Sofía e Irene de Grecia. El joven se quedará una temporada indefinida, mientras que la benjamina tendrá que marcharse en septiembre porque empezará sus estudios universitarios en Reino Unido. Pero no son los únicos que visitarán a la emérita. La infanta Cristina también se va a quedar en palacio para controlar a sus dos hijos, solo durante el verano. Mientras que Victoria Federica, Froilán y la infanta Elena aprovechan cualquier ocasión para quedarse en Zarzuela. Los dos jóvenes siempre se aprovechan de la hospitalidad y la bondad de su abuela cuando llegaban de fiesta, algo perjudicados y de madrugada. La madre de éstos viene todas las tardes a ver a su progenitora y a practicar con sus caballos.
Seis implicados y cuatro víctimas que ya están en la calle. La tortilla ha dado la vuelta y ahora mismo son los Ortiz Rocasolano los que no tienen sitio en Zarzuela. Los Borbón les han humillado. Todo ha vuelto a su sitio una vez más, Letizia ha perdido la partida, pero está segura que no perderá la guerra. Es una mujer muy ambiciosa y consigue todo lo que quiere.
