El príncipe Harry lleva 4 años alejado de la familia real inglesa, fecha en la que decidió mudarse a los Estados Unidos con su esposa Meghan Markle e hijos. Desde este momento la relación con su familia ha sido distante, dejando entrever los conflictos que existían desde antes de su partida. Una de las disputas más conocidas entre el príncipe y su familiares se generó tras la muerte de la reina Isabel II. Harry sacó a la luz un libro con sus memorias “Spare” (En la sombra) que ha causado gran revuelo por las innumerables revelaciones que hace en sus líneas. Entre estas páginas, el duque de Sussex cuenta que su padre le impidió llevar a Meghan al nicho de la muerte de la reina, hecho que le molestó grandemente porque además, ambos estaban en Reino Unido.

¿Excusas o razones?

En sus memorias sigue contando el desenlace de la controversial situación. Carlos III le pidió perdón seguido de los argumentos que motivaron su prohibición. Supuestamente, no quería que “hubiera mucha gente alrededor”, y además, ya estaba decidido que Kate Middleton no asistiera, por lo que Meghan tampoco podría hacerlo, de lo contrario habría más disputas familiares. Aun así, esta anécdota marcó la relación entre las familias, y el resentimiento ha acompañado su historia desde entonces.

Meghan nunca fue bien aceptada por los parientes de su esposo, y ella por su parte, decidió tomar medidas para alejarse de quien tanto daño causaba a ella y a su familia. Es ahora, tras la enfermedad del rey, que se ha hecho pública la mejoría en la relación padre e hijo. Se supo que tras saber del cáncer de su padre, Harry acudió inmediatamente a visitarlo, lo que demuestra su preocupación por él pese a las tensiones vividas en los últimos años. Pero tras su visita han surgido muchos rumores que confirman que Meghan mantiene una postura de distancia.

Una herida abierta

Aunque Harry parece dejar las diferencia del pasado atrás debido a la situación de salud de Carlos III,  no ha pasado desapercibido que, quizás, para Meghan las heridas siguen abiertas. Y es un hecho que ha llamado la atención es que la esposa del duque no le acompañará en esta visita tan importante. Se ha filtrado que, supuestamente, ella decidió no ir a Londres y quedarse  con sus hijos en casa. Aunque esto es solo una especulación, sin declaraciones oficiales, si es una realidad bien sabida que, Meghan reveló en una entrevista con Oprah Winfrey, que “sintió el racismo en sus carnes dentro de la familia real”. Estas declaraciones, su renuncia a los deberes reales, la mudanza a Estados Unidos, y algunos otros rumores, han hecho una gran brecha entre la esposa de Harry y la familia real, por lo que no ha de sorprender que la actriz no desee involucrarse en lo absoluto con ellos.