Desaparecido Jaime del Burgo, Letizia respiraba tranquila hasta que le ha explotado otro escándalo, el del drama que rodea a su sobrina. Carla Vigo. Es la única hija de su hermana pequeña Érika, muerta hace 17 años por una depresión que derivó en suicidio. La hija también sufre de varias enfermedades mentales. El drama familiar y personal de la reina merecería que Letizia apadrinara la salud mental como la gran causa de su reinado. Pero la esposa de Felipe ha rehuido siempre hablar de sentimientos, de Érika y lo más grave, de Carla, su sobrina de 23 años que según se acaba de saber, sufre bulimia, anorexia, depresión con instintos suicidas y estuvo ingresada en un Hospital Psiquiátrico para evitar un mal final. Corre mucha literatura de quién cuida de esta chica, que no tiene madre pero sí tiene padre, tías, abuelos y lo más importante, la tía más rica y poderosa de España: Letizia. Carla Vigo ha contestado a Lecturas que vive en la semi indigencia en un piso tutelado con una pensión social ínfima y que casi no tiene para comer: "Me quedo en nada". Y Letizia, callada y sin pasarle dinero. No quiere que se la relacione con la anorexia dentro de la familia. El problema de salud mental se ha heredado de la madre a la hija. Por primera vez la palabra maldita: anorexia, en la familia de Letizia. Según los científicos, una enfermedad mental se puede heredar. Letizia no quiere que se insinúe que ella padece algo parecido y rehúye cualquier gesto con su sobrina enferma. El foco vuelve sobre la reina.
Como muestra la foto de la visita de los reyes en Gandía, paseando entre las fallas que quemarán el martes, la reina bajo el foco de la polémica. Con suerte ha esquivado la falla del año, la de Jaime del Burgo, Letizia y un Felipe cornudo. Esta no saldrá a los medios. Tampoco nadie explica el drama de Carla Vigo enfocando donde toca, a Letizia y a sus padres, Jesús Ortiz y Paloma Rocasolano, abuelos de la chica. Y, por descontado, al padre, Antonio Vigo, escultor y expareja de la difunta Érika. Nadie está haciendo nada. No se explica que Carla Vigo esté pagando ella sola y con la pensión de huérfana un alquiler simbólico en un piso tutelado por una ONG de personas con discapacidad y que no tenga dinero para vivir con cierta comodidad. Así lo reconoce en la entrevista: Carla Vigo vive en la semi indigencia, es pobre.
Carla Vigo: "Vivo en uno piso tutelado en el barrio de Chamberí con ocho personas, nos apoyamos mucho". El digital Jaleos ha encontrado el piso, es del Asociación de Iniciativas Sociales AISS, como se muestra en las fotografías, con cocina, parquet y luz natural, pero poco espacio para ocho personas. La sobrina de Letizia, una vez dada de alta del psiquiátrico no puede vivir sola por el peligro de recaída y está en rehabilitación social y psicosocial. Carla lamenta su precariedad económica: "La única paga que tengo es la de mi madre, la de orfandad. (...) Encima que es poco, de ahí tengo que pagar el alquiler, me ayudan, pero también lo pago yo. ¡Me quedo en nada!". Según la Seguridad Social, como persona huérfana menor de 25 años recibe unos 250 euros mensuales. Serían 850 si también fuera huérfana de padre, pero no es así. El padre de Carla está vivo, tiene 51 años y es escultor. Carla dice con la boca pequeña "Me ayudan", pero con una aportación miserable porque dice que no le queda nada. Exclama que una vez pagado el alquiler "¡Me quedo en nata!". Si aparte de la pensión pública recibe una ayuda pequeña será el subsidio de paro o de su padre. No de Letizia, que tiene recursos económicos ilimitados. La reina antes que fotografiarse con su sobrina prefiere hacerse fotos con una falla de corcho destinada a quemarse.
No se explica que la hermana de la reina Sofía, Irene, tía Pecu, sin una gota de sangre Borbón viva con todas las atenciones, médicas y de lujo, en Zarzuela mientras Carla Vigo, tan sobrina del rey como los otros, viva víctima de enfermedades mentales, en evidente riesgo de exclusión, en un piso tutelado con siete personas más y sin llegar a final de mes. Jaime del Burgo, como Carla Vigo, son silenciados en la prensa. Pero si algo queda claro es que Del Burgo no es la peor de las vergüenzas de Letizia.