La reina Sofía no ha superado la infección que la llevó al hospital. La opacidad habitual de Zarzuela con todos los temas íntimos de la familia Real se mantiene en el caso del estado de salud de la madre del rey. Un absurdo ya que todo el mundo entiende que a los 85 años Sofía de Grecia tendrá algún problema de salud. Y no se trata ni del rey, como Carlos III, ni de la princesa, como Kate Middkleton. Dos casos muy recientes que delatan el secretismo de la Corona con la salud de los monarcas. A Sofía la enviaron al hospital un martes por la noche y lo han enviado a casa el sábado por la tarde. ¿Tenía el alta? La respuesta es no del todo. En las fotos a la salida de la Clínica Ruber, sola, sin ningún familiar, se aprecia un detalle muy poco frecuente cuando un paciente recibe el alta: sigue con la vía intravenosa pinchada en la muñeca. Para aprovechar la vena abierta y poder seguir suministrándole antibióticos a la reina en Palacio.
En Zarzuela no hicieron ningún comentario sobre el tratamiento que tiene que seguir recibiendo a la reina en casa, pero tampoco explicaron por qué una infección simple de orina, una cistitis, que con 48 horas acostumbra a estar resuelta, hizo que la reina siguiera ingresada cuatro noches. Las primeras alarmas en la prensa de tan prolongada estancia en la clínica hicieron que se precipitara el alta hospitalaria el sábado por la tarde. Era urgente una foto de la reina Sofía con buena cara. Enviaron un equipo de maquilladoras y peluqueras a la Ruber con el fin de disimular la evidencia, de que Sofía está sufriendo una infección grave. Lo que no calcularon los expertos en imagen es que en las fotos Sofía saludaría con la mano donde tiene la vía intravenosa. Así deshizo ella sola el dispositivo para aparentar normalidad. Y no: Sofía tiene que seguir conectada para recibir más medicación. Si eso es más grave que una cistitis sigue siendo un secreto.
Zarzuela tiene muchos malos hábitos pero uno es el de la falta de información. Cuando Juan Carlos tuvo que ser hospitalizado al romperse la cadera se desconocía que el rey estaba en Botsuana cazando elefantes en compañía de su amante, Corinna. Cuando Letizia y Felipe tenían problemas graves de pareja, por la relación con Jaime del Burgo, la Corona mostraba imágenes de besos impostados en las regatas de Palma. Cuando Urdangarin salió de la prisión, no explicaban que su mujer, la infanta Cristina, se negaba a volver con a vivir a España con él, cuando Froilán era capturado en una redada policial en un after ilegal con menores, armas blancas y cocaína rosa era la policía quien lo informaba, cuando Felipe y Letizia pasan los fines de semana separados no se informa, cuando Sofía utiliza tarjetas black, evadiendo a la Hacienda española, Zarzuela ni confirma ni desmiente... y así hasta el infinito. Cualquier problema, legal o de imagen, pasa por la misma estrategia. La de Sofía a la puerta de la clínica: sonreír, saludar con la mano y disimular.