EN Blau no tiene problemas: cuando se equivoca, lo reconoce. Y no pasa nada. Confesamos que, en alguna ocasión no demasiada lejana, hemos llegado a considerar que Victoria Federica Marichalar y Borbón, la sobrinísima influencer de Felipe y Letizia, había cambiado. Que había madurado y, por fin, había encontrado el camino correcto, dejando atrás escándalos, numeritos, situaciones vergonzosas y actitud pueriles y consentidas que habían hundido su imagen pública hasta las profundidades del abismo más insondable. Ilusos nosotros, confiábamos en el expertise adquirido en su papel de estrellita virtual y chica-anuncio, incorporando a su comportamiento la elegancia, el saber estar y la educación más básica. Muy bien, pues borren todo eso. La chica no tiene remedio. Solo hace paréntesis entre sus ramalazos de agresividad, pasotismo y soberbia. La cabra tira al monte, y Vic, al pollo público.

23 años que tiene la criatura, pero todos los vicios y costumbres impresentables de una veteranba. Lo ha aprendido todo en casa: su madre, Elena de Borbón, es un ogro con la prensa, a pesar de lo que diga Terelu Campos por intereses que nos importan un rábano. Jaime Marichalar tampoco ha sido nunca la alegría de la huerta, más bien lo contrario. Y Froilán... mira, nos arriesgaremos nuevamente y diremos que ahora resulta que es el "normal" de la saga. Sí, son palabras gruesas para alguien a quien han desterrado por tarambana, pero su grosería parece haberse diluido con el calor de Abu Dabi. Bien, no cometeremos el mismo error dos veces, y dejaremos nuestro diagnóstico en cuarentena. Cada día que pasa falta uno menos para el siguiente sidral. De momento, hablaremos de la joyita Vic.

Juan Carlos, Elena, Victoria Federica, Froilán / GTRES

La royal, con su inseparable Rocío Laffón, no quería perderse el showroom de uno de los diseñadores favoritos de la jet-set andaluza, Roberto Diz, que ha instalado su taller en Madrid. Fenomenal, está bien tener tiempo libre y aficiones. Al llegar a la localización, había prensa. Fotógrafos y reporteros. La Marichalar era un trofeo muy goloso, claro. Y seamos claros: si ni quieres polvo, no vayas a la era. No te expongas en redes sociales, no hagas portadas, no vendas productos y servicios y, sobre todo, no seas la quinta persona en la línea de sucesión del trono. No seas una nini privilegiada. No, no, y no. Pero como de renunciar, ni en sueños, lo que toca es apechugar y comportarte como una profesional, y no como una macarra. Cosa que, por otra parte, hace bastante bien.

Victoria Federica ataca a una reportera / GTRES

Entendemos que no le guste la presencia de las cámaras ni las preguntas de los informadores, pero no enfrentarse y atacar a una pobre reportera, tapándole la cámara con la mano de manera intimidatoria, con gestos desagradables y palabras poco amables. Antes de pasar a la acción, había hecho el papelón tapándose la cara con las manos, como si fuera Madonna, Rihanna o la Pantoja. Muchos han recordado, precisamente, el famoso fragmento de la tonadillera y su "no me vais a grabar más". Este personaje de Vic es cada vez más insoportable. La diva que no ha empatado con nadie. Que vuelva a la escuela. Le irá bien.

Victoria Federica se tapa la cara con Rochi Laffón / GTRES