De los vídeos y audios del rey Juan Carlos y su amante más famosa, Bárbara Rey, está opinando todo quisqui, como se preveía. Incluso, dentro de la misma familia de los Borbones, hay quien se ha mojado, como el ex duque de Palma y ex yerno del emérito, Iñaki Urdangarin. El resto, pero, de miembros de la familia real, hacen como si nada, se ponen a tocar el violín y tal día hará un año. Ni Felipe, ni Letizia, ni Sofía ni las infantas quieren decir ni mu sobre las imágenes lamentables de Juan Carlos mirando embelesado el escote de una mujer que no es su mujer, y después, comiéndosela a besos y compartiendo llamadas íntimas donde hablaban incluso de cuestiones de estado. Sí, todos en casa sabían que Sofía no pasaba por la puerta y que Juan Carlos iba de amante en amante y tiro porque me toca, pero ver las imágenes facilitadas por el hijo de la ex vedette a la prensa ha sido un golpe duro de asumir en Zarzuela.
Con Felipe y Letizia nadie se atreve a hacerles preguntas comprometidas sobre esta cuestión. Sí, en cambio, han puesto el micro cuando han visto a la sobrina de los reyes, Victoria Federica, yendo vestida de gala hacia un acto. La nieta del emérito, con quien tiene una gran relación, y que todo el mundo siempre ha dicho que es la preferida de su abuelo, acostumbra a ser quien manifiesta sin disimular el asco que le hacen los periodistas y las pocas ganas que tiene de responder, cosa que tendría que ser lo mínimo, hacer algunas declaraciones de vez en cuando, a cambio de vivir sin pegar ni sello gracias a lo que pagamos el resto de ciudadanos.
Victoria Federica, por mucho que Pablo Motos y El Hormiguero le hagan un intento de blanquearla, ya que ha participado en el programa de Antena 3 El desafío, es una nini de cabo a rabo con mucha mala sombra, como su hermano mayor Froilán, otro caradura huraño. Y cuando se ha encontrado unos micrófonos preguntándole por el yayo y Bárbara Rey, ha empezado a manifestar su enojo y su incomodidad ante las preguntas. "¿Te quieres pronunciar al respecto? No paran de salir nuevos audios...", le dicen. Y ella, mirada perdida al fondo, sin dignarse a mirar al personal. ¿Respuesta?: "Porfa, chicos, ¿vale? Ya, gracias. Yo estoy superbien, ya vale, gracias"... Hasta que le acaba de subir la mosca a la nariz y empezar a perder los nervios, y cuando le dicen si está tranquila, responde una frase penosa y exageradísima, como en ella es habitual: "Bueno, como me estáis un poco aturrullando me estoy poniendo un poquito nerviosa".