Acaba de cumplir 20 años, pero parece que tenga 50. Y no lo decimos por su aspecto físico, si no por la velocidad e intensidad a las que quema la vida. Quien dice la vida, dice la fiesta, la noche, la juerga, el show... La sobrina del Rey Felipe y nieta del fugado Juan Carlos, Victoria Federica de Marichalar y Borbón, sopla velas. Quizás no las de un pastel, porque ella es más de botellas con bengalas en algún reservado vip de una discoteca. Da igual. El caso es que la chica, ahora sí, tiene motivos para celebrar. Que tiemble Madrid.
Repasamos su álbum de fotos más polémico: ¿Qué ha hecho Vic durante estas dos décadas? Comportarse como una niña. Durante muchos años, por razones evidentes. Era una criatura. El resto del tiempo, porque le ha salido de la peineta. Como la que lució en su 'puesta de largo' a la Feria de Abril de Sevilla. También ha hecho peinetas, pero de las coloquiales y maleducadas. Siempre recordaremos cómo trató a la prensa junto a su madre, la Infanta Elena: "¡qué coñazo! Gentuza!". La madre es lista: si no puedes con la enemiga, únete a ella. Si no, vas listo: ha tenido más de un pique con 'mamá', que está harta de su comportamiento y sus diversos vicios. Más enganchadas: con conductores que han estado a punto de tocarla con el coche y que han saboreado su mala leche. Los coches son problemáticos, especialmente cuando la sombra del alcohol está por medio: este pasado julio se dio un trompazo al volante después de pasar por un bar con su novio, el dj Jorge Bárcenas. En un bar, por cierto, se hizo visible una de las grandes pasiones de la nena: el españolismo ultra. Todos recordamos el "De cañas por España", una iniciativa de VOX. Las fiestas son una constante, incluso cuando no toca: por ejemplo, la noche antes de la operación de corazón del abuelo Juanito, que la tiene como la niña de sus ojos. Vic es digna hermana de Froilán, eso queda claro.
En fin. Podríamos continuar, pero lo dejaremos para los 21, que seguro que tenemos más material. Hasta el año que viene.