Es innegable que el 12 de octubre iba a ser un día de importancia máxima en la Casa Real. No solo para el rey y Letizia, que ya se saben lo bastante bien los protocolos, sino también para Leonor. La princesa, que ya hace casi dos meses que se ve forzada a parar su vida de chica joven por culpa de la formación militar en Zaragoza, tenía que cumplir con las extrañas tradiciones de un día que conmemora incidentes cuestionables. Era evidente que haría alguna pifia, pero se le reconoce, también, haber ejercido como toda una creadora de contenido. Como bien recogíamos en EN Blau, incluso pudimos saber de la identidad de uno de los cadetes que le habría podido robar el corazón a la heredera del trono durante su segunda temporada off-Zarzuela. Miradas cómplices que pueden interpretarse como un gesto de enamorados o como un sácame-de-aquí-por-favor bien disimulado. Nunca lo sabremos.
Los Reyes, junto a la Princesa de Asturias, presiden los actos conmemorativos del #DíaDeLaFiestaNacional en la plaza de Cánovas del Castillo en Madrid.
— Casa de S.M. el Rey (@CasaReal) October 12, 2023
Este año participan en el desfile 142 vehículos, 86 aeronaves, 120 caballos y 4.175 personas.
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Los Reyes y la Princesa de Asturias, en el desfile militar por el #DíaDeLaFiestaNacional que, como cada #12deOctubre, pone en valor la labor de las Fuerzas Armadas y las FFCCSE.#DFN23
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Ahora bien, si hay alguien de la familia real que se ha tomado a rajatabla el revisable concepto de la fiesta nacional es la prima díscola por excelencia. La 'royal influencer' de cabecera, Victoria Federica de Marichalar y Borbón. Vickyfede para los amigos y Vicmabor para los internautas. Y es que, de mientras, ella pasa unos días de escapada al sur después de su última escapada y la anterior escapada. La hija de la infanta Elena es españolista, pero no puede desperdiciar un puente como este para descansar de su descanso permanente, de manera que ha tenido que recurrir a la más moderna de las fórmulas para reconocer la aparición en escena de su querida prima. Haciendo uso de la red, como cualquier gen-Z famoso de Internet al uso hace cuando hay una catástrofe y cree tener que hacer una pincelada de activismo, la hermana de Froilán publicaba el siguiente 'stories' en Instagram para deleite de sus más de 250.000 seguidores.
Un emoticono de un corazón blanco y a seguir. Ni un enhorabuena, cosineta, que te lo has currado. Ni un tu noviete está bastante bien. Nada más que eso. Cabe decir, sin embargo, que es más que suficiente teniendo en consideración su habitual vinculación con la realeza: ninguno ni una más allá de los apellidos y el árbol genealógico. Ella se desmarca, busca ser la nueva sensación de las redes sociales y las incendia a menudo con sus originales instantáneas y unas indumentarias bastante provocativas en contraposición a los códigos de la institución. Eso sí, en ningún caso la habíamos visto nunca como se mostraba en un día tan señalado. La fecha perfecta para ella para demostrar a través de un carrusel de fotografías que ha podido disfrutar de una jornada de sol, bien tranquila y relajada. Para no agobiarse.
Lo más curioso es, probablemente, la ropa escogida. O no-ropa, porque el conjunto seleccionado no tiene muchas piezas y la combinación es demasiado... ¿original? Quiénes somos nosotros para juzgar. Lo repasamos: camisa de raya diplomática abierta y dejando a la vista una parte superior de bikini verde que no avistamos demasiado. Básicamente, porque tiene el perro encima. Ahora bien, si hay una parte que impacta y mucho, esa es la inferior. ¡Victoria Federica se deja ver en ropa interior! En ropa interior de hombre, concretamente. Unos calzoncillos de señor con estampado a cuadros y botones que no sabemos de donde ha sacado, y que tampoco sabemos si acaban de encajar mucho. Según informa Semana, sus fans la halagan, pero otros llegaron a comentar "qué horror", añadiendo que no le llega "ni a los talones de sus primas". Un apunte que ya no aparece, así que lo habrá borrado.
Vicky ha desactivado los comentarios para que nadie perturbe su calma vital. El suyo, sin duda, el 12-O más zen.