Victoria Federica, hija de la infanta Elena y sobrina del rey Felipe VI, ha intentado en los últimos años hacerse un nombre en el competitivo mundo de los influencers. A pesar de sus esfuerzos, su ascenso en las redes sociales ha sido lento y no ha logrado alcanzar el nivel de popularidad que esperaba. Vic ha seguido una estrategia de seguir y dar ‘me gusta’ de forma indiscriminada a la espera de recibir la atención de figuras ya establecidas. Pero teniendo en cuenta que en octubre del año pasado sumaba unos 260.000 seguidores en Instagram y actualmente está en 290.000, queda claro que su carrera en las redes sociales no termina de arrancar.
El experto en redes sociales Marc Florensa fue contundente al respecto en el programa Socialité, señalando que Victoria Federica ha sido rechazada por la comunidad de influencers. Según Florensa, muchos la perciben como un "parásito del sector" debido a su falta de contenido auténtico y su dependencia de su estatus social para ganar visibilidad. Este rechazo ha llevado a Victoria a ser ignorada por quienes dominan el mundo de las redes, lo que ha dificultado su camino para convertirse en una figura influyente.
Victoria Federica no logra ser una influencer reconocida
A pesar de estos obstáculos, la sobrina del rey Felipe VI no parece estar afectada por las críticas. Se mantiene firme en su estilo de vida y no presta demasiada atención a lo que se dice de ella o de su carrera como influencer. Incluso se ha autoimpuesto un caché que se aleja del que realmente debería ser. Sin embargo, su comportamiento fuera de las redes sociales ha comenzado a generar mala fama en algunos de los restaurantes y locales de lujo de Madrid.
Varias fuentes han señalado que Victoria Federica suele mostrar una actitud altiva y distante con aquellos que no pertenecen a su círculo íntimo. En los restaurantes que frecuenta, ha sido criticada por su tendencia a utilizar su nombre para exigir reservas incluso cuando no hay disponibilidad, y por no ser generosa en propinas. Además, se comenta que en ocasiones intenta no pagar la cuenta, esperando que su fama le permita disfrutar de comidas y servicios sin costo alguno.
La actitud de Victoria Federica le genera mala fama en locales de Madrid
Este comportamiento ha comenzado a cansar a los responsables de algunos de los locales más exclusivos de la capital. Al parecer, si Victoria no recibe el trato preferencial que demanda, no duda en dejar de visitar el lugar, castigando a los establecimientos que no se alinean con sus expectativas. En lugar de ofrecer una compensación económica adecuada, sugiere a cambio mencionarlos en sus redes sociales, aunque sus seguidores, según varios empresarios, no son suficientes para justificar tales favores.
La mala fama de Victoria Federica se ha extendido entre los propietarios y gerentes de varios restaurantes y bares de Madrid. Su actitud ha hecho que algunos se cuestionen si vale la pena ofrecerle los descuentos y atenciones que ella espera, especialmente cuando la promoción que puede ofrecer en sus redes sociales no compensa el trato preferente que exige.