Victoria Federica está molestando demasiado a Casa Real con sus últimas apariciones. La joven ni trabajaba ni estudiaba, no tenía mucho interés. En su adolescencia era muy rebelde y se saltaba todas las normas porque creía que estaba por encima de la ley al pertenecer a la familia más poderosa de España, los Borbón. La hermana de Froilán ha generado una gran expectación en los últimos años desde que decidiese seguir los pasos de sus amigas y convertirse en influencer con la ayuda de los contactos de su padre, Jaime de Marichalar, quien trabaja con las marcas de moda más poderosas. Cualquier marca se daría golpes por conseguir a la hija de la infanta Elena, la nieta de Juan Carlos I. Aunque su caché es demasiado elevado. Vic se está haciendo de oro sin hacer mucho esfuerzo y aun así no se independiza, y eso que tiene la suerte que el 99% de jóvenes de su edad no tiene. Podría comprarse una lujosa mansión, pero por ahora prefiere ahorrar y vivir la vida, con todo hecho.
La infanta Elena está encantada con la nueva faceta de su hija. Le hace mucha ilusión verla esforzarse todos los viernes en ‘El Desafío’ de Antena 3. Aunque esto le ha provocado muchas discusiones con Felipe VI. Los monarcas no quieren que Victoria Federica aparezca en los medios de comunicación, realmente ningún Borbón, y es que hay que mantenerse alejados del foco mediático.
Victoria Federica no ha atendido a razones y no ha obedecido a Felipe VI y Letizia, y es que en más de una ocasión ya ha demostrado la nula relación con sus tías, especialmente con la mujer de su tío, a la que nunca le ha dedicado ni una palabra. La joven está ilusionada con esta nueva faceta y sigue añadiendo nuevos proyectos.
Victoria Federica no aumenta las ventas de las marcas
Esta semana se ha puesto de nuevo en el foco mediático por protagonizar una campaña viral de la mano de Belén Esteban, un crossover que nadie pensaba que se produciría nunca. Pero no es oro todo lo que reluce. Victoria Federica no es un gran reclamo para las marcas porque no consigue que aumenten las ventas.
Todo el mundo habla del anuncio y de la marca cuando aparece Victoria Federica, pero allí se queda el asunto. La influencer no genera ninguna venta, comercialmente hablando no funciona. Es lo que sucedió con el spot que grabó para Max. Starbucks no consiguió los beneficios que esperaba, aunque no están desilusionados. En la firma de establecimientos cafeteros “pensaban que contando con su imagen, y al ser un spot original, podría haber incentivado en cierta manera los ingresos en un período de tiempo breve, pero no ha sido así”. “No han experimentado un aumento de ventas. Aunque tampoco lo consideran un fracaso”, añaden.
Se cree que Felipe VI podría estar detrás de la marcha de las marcas interesadas en Victoria Federica. Quiere evitar que la joven sea mediática y lo hace de esta forma, haciendo presión en las marcas. Él tiene mucho más poder que su sobrina.