La Casa Real convive con una amenaza constante: que sus exmiembros más ilustres desembuchen y los dejen con las vergüenzas al aire. Corinna Larsen es la máxima exponente: la examante de Juan Carlos ha destruido la reputación del emérito con su testimonio demoledor y riquísimo en detalles turbios. A la alemana no la han podido parar de ninguna de las maneras, cosa que están intentando evitar, por ejemplo, con Iñaki Urdangarin. El ex de la infanta Cristina está pegando el braguetazo del siglo con su divorcio: las exigencias son astronómicas, ya hablan de 25.000 euros al mes y una indemnización millonaria. Es eso o aceptar ofertas de editoriales, dispuestas a publicarle unas memorias corrosivas. Tiene la sartén por el mango. Y Zarzuela paga traidores, sobre todo porque el dinero les cae del cielo.

Lo que no se esperaba la institución monárquica, sin embargo, es que otro personaje vinculado a la familia amenazara su estabilidad con un escándalo mayúsculo: llevar a televisión y al prime time la vida, poca obra y muchas miserias de Victoria Federica. Por si no tenían bastante con el circo de Froilán, ahora dos tazas de un caldo amargo y purgante. Porquería a espuertas, pero eso sí: a precio de oro. El tentado ha sido Jorge Bárcenas, la última pareja conocida de la presunta influencer y vividora de manual, la Vic. La oferta, de Mediaset, que quería convertir al disc-jockey en uno de los concursantes de 'Supervivientes'. Hacerle pasar calor, hambre, frío, soledad, cansancio... y doblegarlo para que contara lo más grande. La bomba.

Felipe tiembla / GTRES
La infanta Elena, también / GTRES

Los Borbones y la televisión, una relación delicada

La tele es un guilty pleasure de la realeza española. Hacen ver que la detestan, pero la consumen sin descanso. Felipe corta cabezas cuando algo no le gusta; Juan Carlos no se pierde nada desde de Abu Dabi y si hace falta llama al programa de Susanna Griso; Letizia y Sonsoles Ónega son inseparables, y la propia Victoria Federica tiene muchos amigos de 'La Isla de las Tentaciones', y le han ofrecido participar en 'El Desafío' de Antena 3. Pero vaya, en general intentan mantenerse en la sombra, controlando pero sin exponerse demasiado. Prueba de eso es lo que hace habitualmente Mediaset con el universo royal en sus realities: cuando fichan a alguien acostumbra a ser un personaje inofensivo, que habla de oído, sin conocimiento directo de lo que pasa de puertas para adentro. Ignacio de Borbón, el modelo y sobrino lejano del rey de España, fue a 'Supervivientes'. Juan Alfonso Milán, un primo bastardo del propio Felipe, a 'Pesadilla en el Paraíso'. Blanca de Borbón, hija de Leandro, otro descendiente bastardo de Alfonso XIII, participó en 'Acorralados'. Poca chicha. Nada comparable al juego que podría dar el ex despechado de Victoria Federica en Honduras.

Ignacio de Borbón en 'Supervivientes' / Telecinco
Juan Alfonso Milán / @juan_milan
Blanca de Borbón en 'Acorralados' / Telecinco

Jorge Bárcenas, ex de Victoria Federica, a punto de convertirse en el fichaje bomba de 'Supervivientes'

La revista Lecturas informa de las negociaciones del grupo audiovisual dirigido por Borja Prado con Bárcenas. El chico estaba entusiasmado con la idea de lanzarse en helicóptero en el programa de Jorge Javier Vázquez y poner España patas arriba. Ha mantenido tres reuniones con la productora, que lo trataba como si fuera Isabel Pantoja, un VIP de campanillas. Dicen que incluso pactó todo aquello que destaparía sobre Victoria Federica, estaba todo atado y bien atado. Solo quedaba un tema por solucionar: el dinero. Jorge quería hacer su Urdangarin personal, pero desgraciadamente se ha pasado con el precio. Pedía el doble de lo que le ofrecía la cadena, siempre generosa con sus estrellas. Hagan cálculos: las primeras espadas tienen un sueldo semanal de 30.000€. Multipliquen eso por dos. Inasumible, de momento. Total, que Jorge se queda en Madrid. Y Zarzuela respira.

Victoria Federica de bares con Jorge Bárcenas / GTRES

Que no haya fructificado la cosa no quiere decir que no lo haga en el futuro. Bárcenas ya tiene la cruz de sospechoso. ¿Acabará reclamando su impuesto de silencio?