Dos de los nietos de Juan Carlos y Sofía han sido una constante fuente de problemas tanto para sus padres como para la institución monárquica. Siempre en el centro de atención mediática, algo que ha sido motivo de preocupación para Felipe y Letizia desde hace tiempo. Estos nietos son Froilán y Victoria Federica, hermanos que, aunque comparten estrechos lazos, es el primogénito de la infanta Elena quien ha recibido más reprimendas por su comportamiento. Actualmente, Froilán reside en Abu Dabi junto a su abuelo tras verse envuelto en un altercado con arma blanca a las afueras de una discoteca en el exclusivo barrio de Salamanca, además de ser expulsado de un after ilegal que, disfrazado de sauna, excedía el límite de aforo permitido y donde se encontraron drogas. Por otro lado, la hija de Jaime de Marichalar ha mantenido un perfil más discreto en comparación con las travesuras de su hermano, aunque ambos comparten una inclinación hacia la vida nocturna. Su agenda parece no tener fin en cuanto a eventos festivos se refiere, pudiendo pasar toda la semana de celebración en celebración, pues no tienen otras obligaciones. Han adoptado el apellido Borbón cuando les conviene, incluso confrontando a la policía, mostrando una actitud de superioridad ante los demás. Ni estudian ni trabajan, parece ser su lema.
Victoria Federica representa un desafío particular para Letizia, ya que, aunque Froilán también ha sido objeto de preocupación, él tiende a acatar órdenes sin rechistar, mientras que ella desafía abiertamente las normas establecidas. La sobrina del rey confronta a sus tíos por lo que percibe como un trato injusto hacia su familia durante momentos de crisis para la corona. Victoria se ha mantenido en el centro de atención mediática al convertirse en una influencer, asesorada por su padre. Además, ha incursionado en la televisión con programas como "El Desafío" y ha ofrecido numerosas entrevistas hablando de su relación con sus primas, Leonor y Sofía.
El escándalo más sonado que envuelve a Victoria Federica
No solo mantiene una relación tensa con Letizia, sino también con su propia madre, la infanta Elena. Aunque ambas viven juntas, los desacuerdos son frecuentes y los vecinos a menudo escuchan discusiones durante las noches, incluso hasta altas horas. Victoria Federica suele regresar a casa muy tarde, o incluso decide evitar las confrontaciones y pasa la noche en Zarzuela con la reina Sofía, quien siempre la protege y proporciona un refugio seguro. Nadie se entera de su presencia allí, permitiéndole evitar conflictos. A menudo, después de una noche de juerga, la escoltan de regreso a Zarzuela para asegurarse de su seguridad y evitar que su estado se haga público. La idea es mantener su imagen y la de la Casa Real intactas, evitando escándalos. En una ocasión reciente, llegó tan mal que incluso vomitó en el jardín al llegar, siendo atendida por el personal del palacio y permaneciendo en cama hasta el día siguiente, sin recordar cómo había llegado allí.