Victoria Federica ha acabado los estudios pero añora las aulas. Vale, de acuerdo. Es un chiste. Hace mucho tiempo que nadie ha visto a la hija de Elena de Borbón y Jaime de Marichalar en el centro privado The College for Intenational Studies de Madrid, donde se supone que hace tercero de Marketing y Comunicación. De hecho, sólo sabemos que está matriculada, pero nada más. Es la reina de la campana, vaya. La joven está muy ajetreada con otras ocupaciones, como las de influencer, celebrity de pago en acontecimientos y, por lo visto, modelo. Dicen que la han contratado para lucir los estilismos de una conocida marca. No nos extraña, con la exagerada campaña provictoriana que estamos viviendo desde hace tiempo. Es la más guapa, la que tiene más estilo, la mejor. Todos quieren ser como ella, incluso su prima Sofía. Está empezando una carrera en el mundo de la moda, y tiene buenos padrinos. Por ejemplo, su propio padre, que la lleva a todas partes.
Hace un año exactamente que asistimos a la puesta de largo de Vic en el circuito internacional de la moda. Su padre, que forma parte de consejos directivos de marcas punteras, la llevó a la Semana de la Alta Costura de París. La quería presentar en sociedad. Y Jaime y la Vic no pasaron desapercibidos, ni mucho menos. Eran un cuadro. De los difíciles de mirar, la elección de vestuario era escalofriante. Pero como es quien es, salieron palmeros incluso de debajo de las piedras. Un clásico de la tropa monárquica y borbónica, y que se repite cada vez que la niña va a un sarao. Será que como somos plebeyos ignorantes y no estamos nada en la onda, no apreciamos como de rompedora y fabulosa es la sobrina de Felipe VI. Pero vaya, que miramos y remiramos aquellas fotos y todavía no nos podemos explicar ciertas cosas.
Victoria Federica en la Semana de la Alta Costura de París enchufada por su padre Jaime
Pues bien, 365 días después, el día de la marmota. Victoria Federica y Jaime de Marichalar han vuelto a la capital francesa para asistir a los desfiles de la semana de la moda más exclusiva. Concretamente al de Dior, la misma firma que organizó un acontecimiento muy comentado en Sevilla hace algunas semanas. Su visita a París le sirvió para actualizar su álbum de fotos en Instagram, su principal herramienta de promoción y autobombo. Clic, foto. He estado allí. Y vestida de colegiala pija. Por eso el chiste del comienzo del texto, claro. Podemos asegurar que es lo más cerca que ha estado del mundo estudiantil desde que empezó la carrera. Le faltaba una carpeta repleta de fotos de algún actor de 'Pasión de Gavilanes', o incluso de Omar Montes, el cantante con el que perrea cada vez que tiene oportunidad. Pero no. No había carpetas, ni apuntes, ni un triste bolígrafo. Lo que sí había eran complementos. Y de muchos ceros.
El indecente pastizal del look de Victoria Federica en París
Tanto como la indecente cantidad de más de 9.000 euros, la cifra que 'Jaleos' estima que la nieta de Juan Carlos llevaba encima en su estancia en Francia. Iba uniformada de escolar y de Dior, a ver si la fichan o algo por el estilo. Apunten: "Falda de tablas gris (1.200 euros), camisa blanca (1.300 euros), chaqueta de cuello (2.100 euros), zapatos destalonados de punta de charol (820 euros) y un bolso de mano realizado en bordados (3.800 euros)". Ahora, la pregunta del millón. ¿Quién paga la fiesta? La respuesta no les gustará, seguro.
Que vive en otro planeta hace tiempo que lo sabíamos. Y que cada vez es más estrafalaria, frívola y artificial, también. Privilegiados de sangre. Nos lo restriegan por los morros. Y la caverna aplaudiendo.