Victoria Federica, la hija de la infanta Elena y Jaime de Marichalar, ha estado generando gran expectación en los últimos años con su incursión en el mundo influencer. Una faceta que, en gran medida, ha sido posible gracias a los contactos de su padre, un hombre clave en el mundo de la moda, que trabaja con las marcas más poderosas. Esto le ha permitido acceder a un mundo exclusivo, donde marcas de renombre compiten por tenerla como imagen. Sin embargo, su carrera no ha sido tan exitosa como se esperaba, y ahora se encuentra en una situación en la que empieza a perder su influencia mediática y comercial.
Victoria, quien ha vivido una vida relativamente relajada y sin responsabilidades más allá de sus apariciones en medios, ha disfrutado de una vida de lujo sin tener que esforzarse demasiado. No estudia ni trabaja de forma tradicional, pero su nombre y sus contactos le han permitido construir una imagen pública que atrae la atención, aunque no siempre la necesaria para generar ventas.
Victoria Federica no sirve como reclamo comercial
Porque la infanta Elena ha mostrado su satisfacción por la nueva faceta mediática de su hija, viéndola trabajar en el programa “El Desafío” de Antena 3. Sin embargo, este éxito personal ha provocado tensiones dentro de la familia real. Los monarcas no ven con buenos ojos las apariciones de Victoria Federica en los medios, y especialmente no desean que los miembros de la familia Borbón se expongan al foco mediático. Felipe VI y Letizia intentan mantener a los miembros de la familia alejados de la atención pública, buscando preservar su imagen institucional.
En este sentido, circulan rumores de que el rey está utilizando su poder para presionar a las marcas, evitando que Victoria Federica continúe ganando protagonismo en los medios. De ahí que algunas marcas le hayan dado la espalda últimamente. Unas presiones que, según las informaciones recabadas, tendrían que ver con las intenciones de la casa real de alejar a Vic de España, tal y como se hizo en su momento con Froilán.
Sospechas que apuntan a Zarzuela
Por ejemplo, en Max, en una colaboración con Starbucks, contaron con ella para campañas comerciales. Sin embargo, argumentan que los resultados no fueron los esperados. A pesar de la publicidad que generó, no se experimentó el crecimiento económico proyectado. Aunque no consideran que haya sido un fracaso, es evidente que la influencia de Victoria Federica no tiene el impacto esperado en términos comerciales. Unas opiniones que, señalan algunas voces, podrían haber sido difundidas por presiones desde Zarzuela.
Así las cosas, Victoria Federica puede que se enfrenta a un futuro incierto como influencer. Aunque inicialmente parecía que su estatus de hija de la infanta Elena y nieta de Juan Carlos I le abriría todas las puertas, la falta de resultados comerciales y las presiones de la Casa Real podrían acelerar su salida de este mundo mediático. Las negociaciones en la sombra y la intervención de su familia real podrían marcar el fin de su carrera como influencer en España.