La relación entre Victoria Federica y su abuelo, el rey emérito Juan Carlos I, ha sido un tema de atención en la familia real, sobre todo debido a la generosidad económica que el exmonarca ha mostrado con varios de sus nietos, en especial con la hija de la infanta Elena. Desde su nacimiento, Victoria ha contado con el respaldo financiero de su abuelo, quien ha asumido gran parte de los gastos de los hijos de Elena y Cristina. De hecho, el único vínculo económico roto es el de Juan Carlos con sus nietas Leonor y Sofía, una medida impuesta por la reina Letizia para desvincular a sus hijas de la influencia y el apellido Borbón.
Mientras Leonor y Sofía se preparan para seguir el protocolo de la familia real y los compromisos de los Premios Princesa de Asturias, Victoria Federica sigue un camino distinto, caracterizado por su carrera como influencer y su vida de alta sociedad. Aunque a simple vista parezca una elección propia, la realidad muestra que su alejamiento de los eventos oficiales y su estilo de vida glamoroso no es casualidad; de hecho, es una “recompensa” del rey emérito.
Juan Carlos I premia la lealtad de Victoria Federica
Su abuelo premia su afinidad y el respaldo que ella muestra hacia él, algo que refuerza su exclusión de los eventos donde Felipe VI y Letizia tienen protagonismo. Así, a pesar de ser un miembro de la familia real, Victoria no asiste a los premios de Oviedo y no participa en el esfuerzo de proyectar una imagen de unidad, situación que parece satisfacer a Juan Carlos I, en una especie de pulso familiar.
Cada mes, Victoria recibe generosas transferencias gestionadas por su madre, la infanta Elena, quien se encarga de distribuir los fondos provenientes de su padre. Estos aportes económicos permiten a Victoria Federica mantener su estilo de vida lujoso, incluyendo viajes internacionales, eventos exclusivos, y una actividad social que pocos jóvenes pueden permitirse. Con estas ayudas, asegura la lealtad de su nieta y refuerza su propio legado a través de ella.
Juan Carlos I se frota las manos al ver apartada a la reina Letizia
Este flujo constante de dinero se explica también porque Victoria Federica se ha alineado firmemente con su abuelo y se muestra crítica con la reina Letizia. Esta postura es clave, pues si hubiera optado por apoyar a Letizia, sus ingresos económicos podrían haberse visto afectados, dado que Juan Carlos no respalda a aquellos que simpatizan con la consorte. En este contexto, su carrera de influencer y su visibilidad pública han sido favorecidas por su abuelo, situación que se ha convertido en una piedra en el zapato para la reina Letizia, quien preferiría que Victoria permaneciera en la sombra.
La ausencia de Victoria en los Premios Princesa de Asturias puede parecer un detalle menor, pero en realidad es una clara declaración de lealtades. Su postura no solo refleja un distanciamiento con la parte oficial de la familia real, sino que también es un recordatorio de que Juan Carlos I sigue ejerciendo su influencia en la vida de sus nietos y en las dinámicas de la familia real.