Victoria Federica sigue sin pegar un palo al agua. Desde que se anunciara su fichaje por el programa de televisión 'El Desafío', producido por Pablo Motos, no ha quemado ni media caloría: que si un showroom con las amigas, que si una pelea con la prensa, que si una tarde de maltrato animal salvaje y españolazo en la localidad de Olivenza, el 'Gibraltar portugués' enclavado en Badajoz. Debe ser que se reserva para las pruebas físicas e intelectuales que le plantee el espacio de Antena 3. Spoiler: no esperen florituras.
No tengan, sin embargo, ningún tipo de dudas de que cuando se estrene la nueva temporada del show asistiremos a una sesión continua de baño y masaje descarada a la hija de la infanta Elena. Y ya podemos señalar a su primera cheerleader: Juan del Val. El marido de Nuria Roca, enfant barbudo terrible de la televisión y adulador de todo aquello que signifique poder y pelas, ya hace campaña por la tarambana Marichalar. Pide las orejas y el rabó de la Borbón, y la faena ni ha empezado. Este es el nivel.
Juan, padre del morro fino Juan del Val Roca (que ha fichado también por la cadena tauricida en la que se estrenará la hija de Paco Lobatón), actúa como jurado del concurso presentando por Roberto Leal, de las pocas cosas salvables de este entramado televisivo. Su objetividad es igual o menor a cero, pero da igual. ¿A quién le importa? Es un teatrillo de las vanidades, nada más. Como el aterrizaje escandaloso de una miembro ilustre (y polémica) de los Borbones, la quinta persona en la línea de sucesión al trono de España, se tiene que blanquear por tierra, mar y aire, Del Val ya se ha puesto el mono y se ensucia las manos de grasa en el taller mecánico. Actúa como portavoz oficial de la causa que sea, como desmentir que la royal haya impuesto condiciones para su fichaje: "Que no se hablara de su familia, y que no podía llevar ropa ajustada o con transparencias", explican en 'Diez Minutos'. Juan: "Tú no tienes que poner ninguna cláusula para que no hablen de tu familia porque en 'El Desafío' no se habla nunca de ninguna familia de nadie". Y con respecto al vestuario, tampoco hay problema. "La responsable de vestuario sabe lo que se hace". El resumen, que la influencer es la mejor.
Ahora bien, como por la boca muere el pez, unas palabras del personaje han puesto al descubierto el gesto feo de la nieta de Juan Carlos y Sofía hacia su abuela griega. Ya le ha obsequiado con unas cuantas últimamente, como dejarla tirada el día de su cumpleaños. Pues bien, ahora sabemos que reniega de ella y de su pasado: sobre todo de la bisabuela, Federica de Grecia. La persona a la que debe en parte su nombre, y que no le gusta nada. A sus amigos VIP los ha advertido, que no le llamen Victoria Federica. O Victoria, o Vic. El nombre entero le parece feo, largo, nada trendy ni cool. Borrado. La nieta ideal, la Federica. Siempre sumando puntos.