El duelo de hermanos royals y tarambanas ha entrado en una nueva fase. Froilán ha quedado fuera de circulación tras su festival particular de escándalos nocturnos y crápulas, y que ha provocado su salida forzosa a Abu Dabi, recogido por los benefactores árabes que esconden a Juan Carlos en los Emiratos. Ahora es el turno de Victoria Federica, que tiene que recuperar el terreno perdido. La joven influencer mantenía un sorprendente perfil bajo, pero claro: es que el contraste con los afters-sauna, navajas y drogas de diseño no tiene nada que hacer con photocalls, alfombras rojas y estilismos petulantes de hija de la infanta Elena. Ahora, sin embargo, el escenario es otro. Vic puede brillar con luz propia. Puede recuperar su trono.
Uno exhibicionista, frívolo, hedonista, desmesurado. Su marca personal, por otra parte. En este aspecto los sobrinos de Felipe VI son auténticos maestros a pesar de su juventud. Ahora bien, hay una diferencia sustancial: mientras que Pipe se mueve en la oscuridad e intenta, sin éxito, pasar desapercibido, su hermana reclama casito en todas partes. Quiere ser famosa, una it-girl, lo más de lo más. Desea que la adulen, le hagan reverencias igual que ella las hace a su yaya Sofía, incluso sueña con convertirse con un personaje de reality o de un concurso de tv. Ya le va bien, tiene muchos amigos que salen de 'La Isla de las Tentaciones'. Dicen que la invitaron a 'El Desafío' de Antena 3, pero que Juan Carlos vetó su participación en el programa producido por Pablo Motos. Juancar poniendo cordura, quién lo iba a decir.
Victoria Federica de fiesta en el palco del Bernabéu, caras ridículas
Pues bien, descartada esta vía, la joven no desfallece y lo ha vuelto a intentar en un escenario gigantesco como el Santiago Bernabéu. Sí, Vic es merengona y aficionada a los toros, qué sorpresa, ¿verdad? Asistió al Real Madrid - Elche de hace un par de días, vibrando con la victoria local por 4 en 0. Evidentemente lo hacía en el palco VIP con dos amigas, todas ellas muy exaltadas, de fiesta. Detrás suyo, Vinicius Jr, sancionado. El jugador, los 44.319 aficionados que la acompañaban en el campo y los espectadores que lo veían por televisión la contemplaron haciendo un ridículo infantil muy adecuado para su personaje. Qué caras. Imposible parecer una persona normal, siempre tiene que dar la nota.
Milagro: la hija de la infanta Elena sonríe a las cámaras de televisión. Qué diferencia
Imaginen cómo fue la cosa que los presentadores de DAZN, entre los cuales estaba el mito madridista Guti, alucinaron. No daban crédito. "¿Victoria Federica? ¡Ah sí, es verdad, y saluda a la cámara! Pues sí, mirala..." El discurso, light; el gesto de la reportera, de estupefacción. Vic saludaba a la cámara como si no hubiera visto una en su vida; qué diferencia con los reporteros de la prensa rosa que le preguntan y la graban en la calle: con estos abandona la simpatía y pasa a la ofensiva, empujando, poniendo malas caras y respondiendo de forma maleducada. Debe ser la pasión blanca, que la transforma. Vaya perlita.
Victoria Federica solo sonríe de fiesta... o de fiesta. No es demasiado original.