La relación entre Victoria Federica y su madre, la infanta Elena, siempre ha sido complicada. Aunque en público muestran una imagen de complicidad, la realidad es que ambas tienen fuertes diferencias de carácter que han generado constantes discusiones. Sin embargo, lo que realmente habría provocado la salida de Victoria Federica de la casa materna no ha sido solo su deseo de independencia, sino el descubrimiento de un supuesto plan para apartarla de la vida pública española.
Según fuentes cercanas a la familia real, Felipe VI y Letizia llevan tiempo intentando controlar la exposición mediática de los miembros de la Casa Real. No quieren que nadie más allá del núcleo principal —es decir, el propio rey, la reina y sus hijas, Leonor y Sofía— tenga un papel relevante en los medios. Esta estrategia ha puesto en el punto de mira a Victoria Federica, quien, en los últimos años, ha ganado notoriedad como influencer y figura del mundo de la moda.
La infanta Elena aceptó que su hija se fuera de España
A pesar del respaldo incondicional de su madre, parece que la infanta Elena habría cedido a las presiones de Zarzuela, aceptando que su hija reduzca su exposición mediática y, de ser necesario, pase largas temporadas fuera de España. Este acuerdo, que Victoria Federica desconocía, habría salido a la luz tras una fuerte discusión entre madre e hija, lo que llevó a la joven a tomar la decisión de marcharse de casa.
La búsqueda de control sobre Victoria Federica por parte de la familia real no es nueva. Desde hace tiempo, Felipe VI y Letizia han intentado desvincularla de cualquier relación con la Corona, ya que su presencia mediática choca con la imagen de discreción y seriedad que quieren transmitir. Su asistencia a eventos, su presencia en photocalls y su actividad en redes sociales no han hecho más que aumentar la preocupación en Zarzuela.
Victoria Federica hace las maletas tras una fuerte discusión
Este conflicto escaló hace seis meses, cuando Victoria Federica regresó de una fiesta en estado de embriaguez y tuvo una fuerte discusión con su madre a altas horas de la madrugada. Los gritos fueron tan intensos que despertaron a los vecinos, lo que terminó de deteriorar la convivencia entre ambas.
En ese momento, la joven empezó a pasar más tiempo en Zarzuela, donde la reina Sofía le ofrece un refugio sin imposiciones ni discusiones. Pero cuando descubrió que su madre había aceptado el plan de apartarla de España, Victoria Federica decidió romper definitivamente con ella y mudarse por su cuenta.
Ahora la situación entre madre e hija se ha suavizado. Elena está aceptando la exposición mediática de su hija y las discusiones se han reducido. Hay un acercamiento entre las partes. Aun así, las tensiones siguen presentes. La infanta Elena intenta mantener la lealtad hacia su hija, pero sabe que no puede eludir completamente las directrices de la Casa Real.