Victoria Federica de Marichalar ya ha roto el hielo y se ha estrenado en la emisión del primer programa de El Desafío, donde realizó (sin demasiado éxito) una de las pruebas más complicadas del concurso: la apnea. La nieta de Juan Carlos empezó con mal pie en la clasificación, ya que quedó última en el primer ranking semanal. Habrá que ver si tiene más agilidad en el siguiente reto, dónde tendrá que vencer su miedo a las alturas cruzando la pasarela del vértigo. De momento, en los ensayos que ha publicado el perfil de redes sociales del programa, hemos comprobado que no coge la prueba con demasiadas ganas, de hecho, no para de asegurar que le tiemblan las piernas sin descanso. Parece, pues, que lo sigue teniendo difícil para remontar la mala posición actual... Estaremos atentos a este segundo reto para ver si mejora o no su clasificación.
Mientras tanto, Victoria Federica, perdón, Victoria Marichalar (así se hace llamar en el programa) sigue haciendo su vida como nieta de Juan Carlos, es decir, no hacer nada. Es influencer y la invitan a todo tipo de eventos, pero su punto débil es crear contenido, no hace ningún tipo de vídeos de moda, ni tampoco nos enseña su día a día. Tan solo podemos ver sus colaboraciones profesionales por la red, sesiones de fotos, o encuentros con amigas llenos de postureo. La última de estas fue el miércoles por la noche, cuando tenía mesa reservada para cuatro personas en un restaurante lujoso de Madrid, el ABYA "Un Restaurante experiencial para disfrutar en cualquier momento" así lo define el establecimiento en su web. Victoria Marichalar ha ido con cuatro amigas, donde han disfrutado de las siguientes tapas. Atentos.
Victoria Marichalar se iba a cenar con Rocío Laffón, su gran mejor amiga, influencer y profesora con quien tiene un tatuaje en conjunto, las dos cenaban acompañadas también de Inés Bilbao de la Cerva, empresaria de una marca de ropa nombrada Clokin Clothes, y por último, de Lourdes Bustillo del Pozo, cofundadora de la agencia de comunicación All About. Una mesa para cuatro personas donde han escogido los siguientes platos de la carta: un risotto cremoso de alcachofa, trufa y queso San Simón de 26 euros, coliflor con salsa coco y anguila de 16 euros, tartar de atún rojo, yemas de huevo y aliño de wasabi, de 26 euros, ceviche de hamachi, leche de tigre de coco, lima, kaffir y mango de 23 euros, un guacamole de chicarrón y cochinillo ibérico por 17 euros, y un solomillo de vaca nacional de 30 euros. Estas son las tapas que las amigas han compartido por la red:
Solo con estos platos ya suman un total de 138 euros en la cuenta. Por las fotografías también podemos ver que bebieron un vino tinto para acompañar y bajar la cena. En resumen, una comida que solo en ver las fotografías ya estamos salivando y que seguro que dejó a las cuatro jóvenes con la barriga bien llena, y la cartera, un poquito más vacía. Bueno, pero solo un poquito. No conocemos la fuente de ingresos de las otras chicas, en el caso de Victoria Fecerica, es la única del grupo que no tiene un oficio, claramente pagaba el abuelo. ¡Buen provecho!