Victoria Federica da pasos agigantados para convertirse en la nueva estrella de España. Tras iniciarse en el mundo de las redes sociales, algo que en Casa Real no han visto con buenos ojos, su madre tampoco lo aprobó en un primer momento, ha grabado su primer programa de televisión. La joven debutará el próximo mes de enero con la quinta temporada de ‘El Desafío’. Una participación que generará mucha expectación. Su madre la ha animado en esta nueva aventura, y es que Elena disfruta llevando la contraria a Felipe y Letizia, pero cree que el programa de ‘7 y acción’ puede mejorar la imagen de Vic.
La hermana de Froilán no tiene buena fama, y es que nunca se ha comportado bien para conseguirla. A los periodistas los trata con desprecio y a cualquiera que se interponga en su camino que no forme parte de su grupo de amigos. Siempre se ha creído superior al resto por el simple hecho de pertenecer a la Casa Real. Cuando se ha enfrentado a las fuerzas de seguridad, por ejemplo, siempre contestaba con un “tú no sabes quién soy yo”, o utilizaba su apellido “cuidado, soy una Borbón”.
Victoria Federica se ha ganado la misma fama que la infanta Elena
Pero no es en lo único que Victoria Federica se ha labrado mala fama. La joven utiliza las redes sociales para acudir de forma gratuita a hoteles y restaurantes. Ella hace publicidad en sus stories y listo. O simplemente como es Borbón puede mover sus contactos.
Victoria Federica y Elena de Borbón no tienen una buena relación. Aún así viven juntas y tienen más parecidos de lo que ellas se creen. Por ejemplo, a las dos les apasiona el baile. Podrían pasarse horas en una pista de baile con una bebida en la mano. También tienen fama de tacañas.
Se critica mucho que la infanta Elena también intenta ir a los restaurantes gratis. O si va con amigas ella es la última en sacar el tarjetero. Y ya no hablemos de dar una propina a los camareros por su servicios, no suelta ni un céntimo. Victoria Federica es exactamente igual. El otro día fue a un conocido restaurante de moda en Madrid con unos amigos y no soltó ni un euro.