¿Quién no ha necesitado alguna vez un refugio después de una noche de fiesta desenfrenada? Pues resulta que para Victoria Federica, ese lugar solía ser Zarzuela. La infanta Elena, su madre, no era muy fan de las juergas nocturnas de Vic y su hermano Froilán, así que la solución era quedarse a dormir en el palacio real.
Al parecer, Victoria Federica tenía su propia rutina post-fiesta. Después de una noche de farra en Madrid, se dirigía directamente a la residencia de la abuela Sofía en Zarzuela, que está a 1 km del Pabellón del Príncipe donde residen Letizia y Felipe. La recibían como una auténtica VIP, todo por orden de la reina emérita Sofía.
Victoria Federica usaba Zarzuela de Bed&Breakfast
Incluso, hay una anécdota de un taxista que ha sido testigo de estas travesías nocturnas de Vic. Tal y como reveló en el programa Socialité, Victoria Federica le pidió que la llevara a Zarzuela después de cerrar la discoteca. "Ya todos estaban fuera, era la hora de cerrar. Recuerdo que en ese momento ella estaba con el DJ, Jorge Bárcenas", contó el taxista. Al parecer, su intención inicial era regresar a casa, pero algo cambió y acabó diciendo: "Bueno, pues voy a Zarzuela".
Pero este chollo se le acabó a Victoria hace unos meses. El rey Felipe VI, bajo la influencia de la reina Letizia, decidió ponerle fin a esta práctica. "Esto no es un hotel", protestaba la reina Letizia, especialmente molesta con su sobrina, a la que se conoce que nunca ha soportado.
Se levanta la prohibición a Victoria Federica
Sin embargo, esta prohibición ha sido levantada. Victoria Federica ya no tiene cerradas las puertas de palacio. La relación entre Victoria e Irene, su prima por parte de los Urdangarin, ha jugado un papel importante. Irene pasa semanas con la abuela Sofía mientras se saca el carnet de conducir, ofreciendo una aliada clave para Victoria.
Aunque esta relación estrecha entre primas no es lo que ha terminado de decantar la balanza de nuevo a favor de Victoria. Dicen las malas lenguas que esta medida tiene que ver con la pérdida de poder de la reina Letizia desde que salieron a la luz las presuntas relaciones con su ex cuñado Jaime del Burgo. Más o menos en la línea de cuando Letizia hizo acto de presencia en el cumpleaños de la infanta Elena del pasado 20 de diciembre. Y es que en condiciones normales, la consorte nunca hubiera ido a la fiesta y tampoco hubiera reabierto las puertas de Zarzuela a Victoria Federica.