Suecia celebra uno de sus días grandes. La princesa Victoria ha celebrado su 40 cumpleaños y la familia real se ha vestido de gala en un día en que sus hijos han sido los protagonistas. La heredera es una de las monarcas más queridas de Europa. Con un turbio pasado donde sufrió anorexia, depresión, ansiedad y miedo a hablar en público; fue su romántica -y complicada- historia de amor la que hizo que se ganara gran parte de los habitantes de su país.
Al apuntarse al gimnasio, se enamoró profundamente del director, pero su padre manifestó su descontento con la relación al no ser este de sangre real. Victoria se marchó de palacio para estar con él y después de cinco años de relación consiguieron la aprobación y casándose.
Ahora, en su cuadragésimo cumpleaños, se ha mostrado más sonriente que nunca con la familia al completo. Una jornada que empezaba con una misa en el Palacio Real de Estocolmo con la Princesa llegando acompañada de su marido y sus dos hijos: Estelle y Oscar. La hermana pequeña, Magdalena, ha optado por un vestido azul cielo asimétrico y de estampado floral. Y el hermano Carlos Felipe, iba con su mujer embarazada de su segundo hijo.
Victoria ha optado por un vestido blanco con flores rosas, moño y un mini tocado a conjunto; combinado con un clutch y stilettos del mismo tono. Mientras tanto, la pequeña aparecía con un look parecido:
Una celebración que ha reunido a la familia real sueca en uno de los días más royals de su calendario.