Según afirman algunas fuentes, hae tiempo que Felipe VI y Letizia han adoptado una estrategia de distanciamiento y han optado por pasar más tiempo separados. Se dice que han seguido la estrategia de los reyes eméritos Juan Carlos I y Sofia. Es decir, mantener las apariencias del matrimonio en público, mientras que en privado hacen vida por separado. Según versiones de Jaime Peñafiel o Pilar Eyre, periodistas especializados en la casa real, “la pareja no existe”.
Estas especulaciones vienen dándose desde hace más de una década. Concretamente, desde que salió a la luz del caso Nóos. Cuentan los cronistas que aquello produjo una división entre los reyes. Letizia quería alejar a los borbones de la corona, mientras Felipe se mostraba reticente. Aunque han sido las revelaciones de Jaime del Burgo lo que han acentuado los rumores de separación.
Felipe VI y Letizia hacen vida por separado
Las versiones sobre la fidelidad de Letizia han cobrado una dimensión inesperada, después de las confesiones de Jaime del Burgo. Según Del Burgo, la reina habría sido infiel al rey con un abogado durante varios años. Incluso habían planeado mudarse a Estados Unidos y tener un hijo por vientre de alquiler. Un hecho que, según algunas fuentes, ya fue descubierto por el rey emérito Juan Carlos I a través de investigaciones del CNI, y que por eso hace tantos años que están distanciados. En cualquier caso, esta noticia ha puesto énfasis sobre una crisis significativa en la relación de Felipe y Letizia, que se interpretó en un principio como una cuestión de la corona, pero que en realidad estaría enraizada en problemas personales más profundos.
A raíz de estas revelaciones, Felipe habría retomado contacto con amigos de la infancia, a quienes había perdido por culpa de la reina. Mientras ha sido visto en Madrid y otras ciudades sin la compañía de su esposa. Lugares como Soria, Zaragoza, Barcelona y Sevilla, donde ha mantenido un perfil bajo, lejos de Letizia.
De incógnito por Madrid
Su vida en Madrid también se ha visto marcada por un patrón de discretas salidas. Felipe se mueve en un utilitario de clase media, tratando de pasar desapercibido y evitando apariciones públicas junto a la reina, salvo cuando la Casa Real lo requiere para frenar rumores.
Uno de los aspectos más llamativos de esta nueva rutina del rey es su comportamiento en Pozuelo de Alarcón, donde se aloja en la casa de su amigo Álvaro Fuster, uno de los pocos a los que ha mantenido cerca a lo largo de las últimas décadas. Esta residencia se ha convertido en un auténtico búnker para Felipe, un lugar donde puede estar sin la presencia de Letizia y disfrutar de una mayor libertad. Se ha rumoreado que en el círculo de amigos de Felipe también aparece una misteriosa mujer, una rica heredera de la que se ha hablado en los últimos meses. La comunicadora Laura Rodríguez ha insistido en que esta mujer podría tener una conexión especial con el monarca, lo que ha añadido más misterio y especulación a la vida privada de Felipe VI.