La Cumbre del Clima en Madrid ha llenado de golpe la agenda real. Tenía que hacerse en Chile pero las protestas en la calle hicieron cambiar la sede. El unionismo que critica las protestas en las calles de Barcelona debería rechazar una reunión que cambia de lugar a causa de los disturbios. Pero la coherencia no es el punto fuerte de la Corona y los reyes han recibido a todas las delegaciones con Letizia teniendo que ensayar los saludos diferentes. Para primero tiene que hacer una reverencia, no a la reina Isabel II sino al representante de la Santa Sede:
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Beso en el anillo y Letizia doblando el espinazo. Con otros delegados se ha dado dos besos, se ha cogido de los brazos o ha encajado la mano.
-Portugal (António Costa)
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-Mónaco (príncipe Alberto)
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-Argentina (Mauricio Macri, se va el 10 de diciembre)
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Letizia adaptándose, qué remedio, para evitar la pifia de la euforia con la que saludó a la emperatriz de Japón. Un ridículo. Hasta que se ha chocado con el iraní:
El diplomático iraní encaja la mano del rey, pero rechaza hacer lo mismo con la reina. Se limita a saludarla cruzando las manos sobre el pecho. Letizia, que conoce la tradición de Irán, baja la testa aceptando el gesto. La red no se lo perdona:
La red encuentra machista que en Irán el saludo a las mujeres no incluya contacto físico. Lo dicen desde España, que discrimina a las hijas del rey, que no pueden reinar a pesar de ser primogénitas si tienen un hermano pequeño. La Constitución española consagra que un hombre joven es más capaz que una mujer. Pero creen la tradición machista es sólo la iraní. Y Letizia baja la cabeza. Sin esta discriminación machista española, ella estaría ahora presentando el Telediario.