Así sí. Por eso sirve tener una reina. El antepenúltimo viaje de los reyes por las 17 CC.AA, a Navarra, ha tenido un momento estelar. Felipe y Letizia visitan un centro de personas con discapacidad cerebral. Letizia ha estado en todo momento muy atenta, correcta e interesada. Algunos de los internos no utilizan mascarilla por sus problemas de salud y Letizia parecía no querer tocarles. Se ha publicado la manía de Letizia que la impide tocar súbditos.
Pero ha habido un momento en que la reina ya no ha podido resistir el instinto de protección. Un niño con parálisis cerebral se somete a una cura con luces, estirado dentro de una habitación oscura. Un sitio hostil y el menor con cables en el cuerpo y en el cráneo. Letizia ha hecho lo inédito: ha acariciado amorosamente al niño. Aplausos. Letizia es humana. Se saca sus manías de encima y por fin toca a una persona desfavorecida. Vídeo:
Letizia le dice con afecto Hola, lo acaricia en la barriga y la mejilla para calmarlo con voz maternal. Después de años haciendo un papelón emn centenares de actos oficial irrelevantes patrocinados por el IBEX, finalmente da sentido a tener una reina consorte. Letizia tantos años de reina para entender que hacer de reina es eso: acariciar a un niño con parálisis cerebral que quizás sufre por el tratamiento.
Y un añadido: ninguna revista destaca el gesto de la reina. Toda la prensa fijándose en el traje verde repetido de Letizia que ya llevaba su amiga de Telecinco Sonsoles Ónega: Letizia recupera el vestido que comparte con su amiga Sonsóles Ónega (Lecturas), Letizia da un giro en su look más repetido con su complemento top del verano (Semana), El gran acierto de la Reina: vestido viral de alto impacto y alpargatas (Hola)...
España está tan loca que nadie destaca que por una vez Letizia lo hace bien. Todos mirando el vestidito de turno. Letizia, así sí.