Desde que las fechorías de Juan Carlos hicieron mucho daño a la imagen de la corona, Casa Real siempre ha intentado que exista una total transparencia en las cuentas. Sin embargo, el verdadero problema de la monarquía española no es solo ese, sino la lejanía con la que se muestran. En alguna ocasión han hecho el acto de parecer una familia normal, pero se continúan viendo unas diferencias totalmente notables. Letizia hizo un intento de ser más amable, acercarse al público y hacerse algunas fotografías de recuerdo con ellos. Pero parece que esta estrategia tampoco le ha funcionado. Lo que sucede de puertas para dentro de Zarzuela es un gran misterio. Sus muros son totalmente infranqueables. De hecho, el personal de servicio de palacio, que se elige de manera muy minuciosa y estricta, debe firmar un contrato de confidencialidad con una importante penalización. Deben dejar sus móviles en la entrada y se les cachea tanto al entrar como al salir de Zarzuela. No se debe filtrar ningún tipo de información. Y a día de hoy no ha sucedido, más allá de lo que ha contado algún que otro invitado. Esos no tienen el deber de firmar ningún contrato.
Recordemos, por ejemplo, aquel invitado que contó a Jaime Peñafiel, que yendo al lavabo, al regresar, entre tantos pasillos y habitaciones, se confundió de puerta y entró en un salón en el que se encontraban completamente solas la reina Sofía y su hermana Irene de Grecia. Estaban a oscuras, viendo la tele, vestidas de negro y con el rostro serio, sin hablar. Ni tan siquiera le saludaron porque no se percataron. Esa escena la califica de terrorífica y le dio mucha pena.
Un invitado descubre que Letizia no forma parte de la vida de Felipe
Ese mismo terror sienten muchos de los visitantes de palacio. Otro de los visitantes, en una ocasión que fue a ver a su amigo Felipe, en esta ocasión se dirigió al pabellón del príncipe, donde en teoría reside, vio que Letizia no estaba por ningún sitio. Ni tan siquiera cosas de ella, se fijó en todos los detalles, y asegura que era como si la reina no formase parte de la vida del rey. Si que se encontraban algunas fotografías de Leonor y Sofía, incluso en el despacho del monarca. Le sucedió algo similar al otro invitado. Se equivocó de pasillo. Y se dio cuenta que no existía ni conexión ni amor entre los reyes.
Otra prueba más de que la relación entre Felipe y Letizia está completamente rota desde hace muchos años. Si nos atenemos a las declaraciones de Maica Vasco diríamos que es una farsa, un matrimonio de conveniencia desde el minuto cero.