La infanta Cristina e Iñaki Urdangarin firmarán el divorcio el próximo mes de junio, cuando Irene Urdangarin, su única hija menor, cumpla la mayoría de edad. De esta forma, no tendrán que meter a la joven en esto. Algunos periodistas han desvelado las cláusulas más importantes de este acuerdo. Todas ellas beneficiarían considerablemente al ex duque de Palma. La hermana de Felipe abonará una paga mensual al padre de sus hijos de 25.000 euros con tal de garantizar su silencio. Tiene prohibido conceder entrevistas o publicar un libro. Tendrá que vivir de forma totalmente anónima, aunque se le mantendrá su escolta, que pagará la infanta de su sueldo, y los desplazamientos que haga para ver a sus hijos, ya sea en Barcelona, Madrid o Suiza. También le abonará una indemnización de dos millones de euros y pondrá algunos de sus inmuebles a su nombre. Todo como agradecimiento por haberse implicado al 100% en el caso Nóos.
Iñaki Urdangarin y la infanta Cristina ya pueden continuar sus vidas en solitario. Solo les unen sus cuatro hijos a los que visitan con asiduidad, incluso en ocasiones coinciden en algún partido de Pablo Urdangarin.
¿Con quién se ve la infanta Cristina?
Tal y como confirma Vanitatis, la infanta Cristina se ha dejado ver unos días por Barcelona, especialmente para ver a Pablo Urdangarin. Ha estado casi todo el tiempo con su hijo y centrada totalmente en su trabajo. No obstante, también se la pudo ver cenando con algunos amigos. Quien también visita a Pablo e intenta no coincidir con su ex es Iñaki. Acordaron visitar a sus hijos un día uno y otro, el otro.
Ahora que por fin han llegado a un acuerdo de divorcio, Iñaki y Cristina intentan evitarse. Parece que la relación entre ellos no ha acabado del todo bien y ya no tienen que mantener las formas de cara a las cámaras. A día de hoy a la hermana de Elena y Felipe no se le conoce ninguna relación. Por ahora no ha rehecho su vida, aunque se deja querer.
La infanta Cristina se queda a dormir en la suite de un lujoso hotel. El AC Marriot Suites Victoria, donde tiene un apartamento a su disposición. A escasos metros de las oficinas de CaixaBank en Diagonal, donde ella trabajaba. Allí durmió, se desconoce si sola o en compañía. Al día siguiente marchó fuera de Barcelona con unos amigos para disfrutar de una comida. El lunes ya no dejó ni rastro.