Siempre que tiene una oportunidad, el rey Felipe no la desperdicia para provocar vergüenza ajena. Y ahora lo ha vuelto a hacer. El monarca español se ve que debería estar cansado de tantas vacaciones y de no pegar sello y consideró oportuno no levantarse en un acto institucional, cuando sí lo hicieron el resto de autoridades invitadas. Hablamos de la imagen que ha indignado a todo el mundo menos, claro está, a los que siempre están dispuestos a hacer una genuflexión ante el Borbón. Acto de toma de posesión del nuevo presidente colombiano, Gustavo Petro, en Bogotá. Durante la ceremonia de transmisión del mando presidencial, en la Plaza Bolívar, donde Felipe ha ocupado su lugar para el inicio de la ceremonia, ha habido diferentes imágenes para el recuerdo, cargadas de simbolismo. La más destacada, cuando el nuevo presidente electo ha ordenado que trajeran al acto la espada de Simón Bolivar a la plaza de Bolívar de Bogotá en su primera orden después de tomar posesión como presidente. Una espada de gran simbolismo, ya que se trata de la espada del héroe independentista Simón Bolívar. Robada en 1974 por la guerrilla del M-19, de la cual Petro formó parte, la espada fue devuelta en 1991 después del desarme de esta organización. Y una espada que no estaba en la plaza por orden del presidente saliente, Iván Duque, que no permitió su traslado.
¿Y Felipe qué ha hecho? Quedarse sentado. La única autoridad que lo ha hecho. El entorno del monarca defiende que tuvo una actuación "impecable" al no tratarse, dicen, de ningún símbolo oficial... Y nosotros nos chupamos el dedo. Lo que fue impecable fue la jeta y la poca vergüenza, una vez más, de un monarca español que se piensa que todavía estamos en épocas pasadas. Por mucho que la legión de palmeros haya salido al paso de las acusaciones, la única realidad es que le han caído palos por todas partes, algunos muy demoledores como el del preseident Carles Puigdemont, no sólo dedicados a él, sino también a España:
Y demoledoras han sido las palabras del periodista y presentador de ETB, del programa En jake, Xavier Lapitz. Es de los que no se muerde la lengua cuando tiene que llamar a las cosas por su nombre, y por mucho que en las españas sulfuren y saquen espuma por la boca, él piensa mantener la sana costumbre de hablar más claro que nadie y ser el más contundente a la hora de soltar sopapos con la mano abierta a quién se los merece. Y los borbones suelen tener muchas papeletas. El guantazo que le ha dedicado a Felipe ha sido histórico.
Lapitz le recuerda al rey español que "Levantarse es un trabajo. Si no te gusta, no vayas. Si vas, respeta a un pueblo que ya no es colonia". Las cinco últimas palabras son lapidarias y son el resumen perfecto de cómo es el monarca español. Se podía decir más alto, pero no más claro: "Este tío se un impresentable":
No hay que añadir nada más.