El libro más esperado del año ya se puede comprar (y sobre todo, leer) a partir de hoy. Yo, el rey, la esperada biografía novelada de Pilar Eyre sobre la figura del rey Juan Carlos.

La portada ya llama mucho la atención, con el emérito acariciando un perro. Un gesto de afecto que, por lo que se ve en su interior, no se prodigó demasiado en repetir hacia su mujer Sofía, la cornuda oficial del país.

Ya se han podido leer algunos fragmentos de la vida y milagros del Borbón. Y lo que muchos pensábamos, que Juan Carlos y Sofía hacen el paripé desde hace años, que no se soportan, toma una nueva dimensión al comprobar algunas conversaciones entre el matrimonio, que la escritora catalana novela, en base a años de informaciones sobre los reyes de España. Uno de los pasajes más curiosos de la obra lo encontramos, tal como indica Vanitatis, cuándo Juan Carlos y Sofía ya tenían dos hijas, Elena y Cristina, y no había manera de que les saliera un hijo. Posiblemente, el único interés común que nunca han tenido: un hijo varón que les asegurara que tendrían un heredero hombre en la Corona.

Sofía y Juan Carlos (GTRES)

Pero claro está, para tener un hijo, antes hace falta una cosa. Ni cigüeñas ni monsergas. Y por lo visto, no era lo que más deseaban del mundo:  "llevan tres años intentándolo, en esas fechas que saben que son las más fértiles. No les apetecía ni a uno ni a otro, lo que para los demás es un placer, para ellos se ha convertido en una obligación onerosa y cargada de responsabilidades".  ¿Qué hizo Sofía? Leer. No es que la lectura te deje embarazada, pero la reina leyó un libro del doctor Iglesias Puga, el padre de Julio Iglesias, un reconocido ginecólogo: "Para conseguir un embarazo aconseja guardar castidad el resto del mes y hacerlo solo dos días justo en medio del ciclo".

Juan Carlos y Sofía (GTRES)

Juan Carlos, y su incontinencia, obligados a quedarse recluidos dentro de la bragueta y salir sólo dos veces al mes... Cuesta de creer que Juancar no se pasara la abstinencia por el forro del Toisón de Oro. Según el libro, el rey no paraba de humillar a su mujer con comentarios lamentables a un primo suyo: "¿Quién te crees que se me aparece en ese momento crucial? Comprenderás que no contribuye a que la cosa mejore, si aún fuera Marilyn Monroe...". Qué ruin. Ni que él fuera Paul Newman. Dicen que cuando nació Felipe y vieron que era un niño, Juan Carlos se desmayó... Demasiados días de castidad.