Se acerca uno de los días más ilusionantes para Letizia, pero también más temidos. El 31 de octubre será un día clave para Casa Real. Leonor jurará la Constitución ante el Rey y, posteriormente, se realizará una celebración de carácter privado en El Pardo por su mayoría de edad. A pesar de las diferencias casi irreconciliables en la familia, tanto los Borbón como los Ortiz han recibido las pertinentes invitaciones para asistir a este acto. Era uno de los días más deseados desde hace años para Juan Carlos, pero no sucederá cómo él lo había previsualizado. Sus polémicas han hecho que los reyes lo alejen de la corona y de sus nietas. Desde hace tres años no se ven en persona, y la reina no quiere que exista ninguna fotografía del emérito con su hija. Por este motivo se le ha prohibido que asista a la jura de la Constitución, ya que su presencia no es obligatoria. No obstante, está invitado a la fiesta privada posterior, pero tampoco se le deja dormir en Zarzuela. Una humillación tras otra. El emérito se siente profundamente dolido y no tiene claro viajar a Madrid.
Según Alessandro Lequio, sabe de primera mano que Juan Carlos I no viajará a la celebración por la mayoría de edad de Leonor. Con su ausencia se crea una nueva polémica y se resiente todo, ya que las infantas Elena y Cristina también se han puesto en contra de su hermano. O va el padre de los tres o ellas tampoco van, y por consecuencia sus hijos. Solo la reina Sofía acudiría en representación de los Borbón. Podría ser la fiesta más triste que se recuerde en años.
O Juan Carlos va o no va ningún Borbón: el cumpleaños más triste
Felipe ha hablado personalmente y de forma privada con su padre para intentar convencerle. A pesar de todo lo que ha sucedido años atrás, Zarzuela no se puede permitir esta ausencia en un día clave para la monarquía española. Por este motivo, el rey ha pedido perdón a su padre y negocia una serie de condiciones para que cambie de idea y le apetezca acompañar a su nieta en un día tan importante para ella.
Parece que no habría ningún problema en buscarle alojamiento, pero no sería en Zarzuela sino en El Pardo, en el mismo sitio donde se llevará a cabo la celebración. La única prohibición inamovible es estar presente en la jura de la Constitución. El acto contará con prensa de todos los medios de comunicación y no pueden permitirse un acercamiento público de Juan Carlos y Leonor, ensuciaría la imagen de la joven. Casa Real tiene claro que el apellido Borbón es pasado. Empieza una nueva época. La princesa es el gran futuro de España.