El rey emérito Juan Carlos I se encuentra en Abu Dabi preparando su próximo viaje a España. El padre del rey Felipe VI visitará Sanxenxo a finales de septiembre para participar en una nueva regata. Concretamente, en la 8ª Regata Rey Juan Carlos I.
Y mientras tanto, Corinna Larsen ha vuelto a ser noticia. La ex amante del rey Juan Carlos ha reaparecido en Nueva York junto a varios empresarios de renombre relacionados con el mundo de la moda, en un momento en el que se ha conocido que está reclamando 146 millones de euros al ex monarca por presunto acoso y difamación. Eso es lo que habría pedido a cambio de guardar silencio sobre una serie de informaciones que conoce sobre el ex monarca y su entorno, incluida la reina emérita Sofía y el rey Felipe VI. Así lo han revelado en el programa ‘Cuatro al día’ que se emite en el canal de Mediaset.
Corinna Larsen amenaza a la casa real y reclama 146 millones de euros
Corinna asegura que desde 2012 ha sido víctima de una conspiración en la que la seguían por la calle o pinchaban su teléfono. Y quiere una compensación económica de 146 millones de euros por ello. Tanto es así que incluso habría chantajeado a Juan Carlos para que ceda y pague.
Según reveló el periodista Alejandro Entrambasaguas, “la defensa de Juan Carlos ha aportado un escrito a las autoridades donde Corinna amenazó en tres ocasiones por carta a la casa real”. Unas amenazas en las que Corinna advertía de que, si no cesaba el acoso que estaba sufriendo, revelaría informaciones muy comprometidas sobre Juan Carlos y otros miembros de la casa real.
Juan Carlos lo tiene todo a favor
Entrambasaguas, por su parte, apuntó que Corinna no tiene nada. Y que solo estaría presionando para obtener el máximo beneficio en el juicio que tiene con el emérito. Es decir, que Juan Carlos ceda en el pago de esos 146 millones de euros.
El juez, además, consideraría que Corinna no tiene credibilidad. Por tres motivos: ha cambiado de versión varias veces, no tiene pruebas, y los tribunales británicos ya aceptaron la inmunidad de Juan Carlos.