Según varios expertos en la monarquía, el matrimonio real de Felipe VI y Letizia es, en la práctica, inexistente desde hace años. Aunque los monarcas han atravesado diversas crisis, una en particular habría marcado el punto de no retorno. Se habla de un episodio ocurrido en 2012, cuando un personaje clave entró en escena: Jaime del Burgo. Este hombre, quien fuera cercano a la reina, reapareció hace poco más de un año para romper su silencio y revelar un secreto que la Casa Real ha intentado ocultar durante una década.
Durante aquellos años convulsos, marcados por el escándalo del caso Nóos y las polémicas de Juan Carlos I, Felipe VI y Letizia decidieron ocultar su crisis matrimonial. Todo apuntaba a que el matrimonio terminaría en divorcio, una opción que habría sido lógica para dos personas que siempre defendieron una monarquía moderna y alejada de viejas tradiciones. Sin embargo, no fue así. En lugar de separarse oficialmente, siguieron un camino similar al de Juan Carlos I y la reina Sofía, cesando su convivencia y manteniéndose juntos solo por compromiso institucional y el futuro de su hija, Leonor.
Felipe VI y Letizia son solo un equipo de trabajo
Según la periodista Pilar Eyre, Felipe VI y Letizia ya no son una pareja, sino un equipo de trabajo que comparte únicamente las obligaciones que les exige su posición. La complicidad ha desaparecido y, cada vez que pueden, evitan aparecer juntos en actos públicos. Ni siquiera se trasladan juntos a los eventos institucionales, prefiriendo asistir por separado. Este distanciamiento, según Eyre, se habría hecho oficial hace 12 años, cuando la relación dejó de ser sentimental para convertirse en una mera asociación por la estabilidad de la corona.
La separación de los reyes no es solo emocional, sino también física. Mientras que Felipe VI ha decidido mudarse al Palacio de Zarzuela junto a su madre, la reina Sofía, Letizia se ha quedado en el Pabellón del Príncipe, una residencia dentro del mismo recinto, pero a cierta distancia.
Letizia organiza encuentros privados los fines de semana
El distanciamiento entre Felipe VI y Letizia es tan evidente que no han compartido un solo fin de semana juntos en más de un año. Mientras el rey prefiere disfrutar de su tiempo libre con sus amigos, la reina ha encontrado la manera de mantener su vida personal activa, rodeada de personas de su círculo más íntimo, a quienes lleva algunos fines de semana al Pabellón del Príncipe, tal y como habría hecho en el pasado con Del Burgo, aprovechando la distancia con Zarzuela, donde vive Felipe, y que el monarca se ausenta muchos fines de semana. Un círculo en el que estaría un empresario catalán cuya identidad se mantiene en secreto y con el que, según la experta Laura Rodríguez, Letizia ha rehecho su vida sentimental.
Felipe, por su parte, no se habría quedado de brazos cruzados. La comunicadora mencionada apunta que el rey mantendría una relación con una heredera adinerada vinculada a la familia Franco.