Letizia empieza sus vacaciones. Aunque es la parte que menos le gusta, por protocolo y tradición, a la reina no le queda más remedio que descansar unos días en Palma de Mallorca junto a la reina Sofía en el palacio de Marivent. No obstante, el matrimonio se aloja desde hace años en la masía Son Vent, a escasos metros. Allí se han reencontrado con Felipe VI que llegó el pasado miércoles 26 de julio, a la vez que Juan Carlos a Sanxenxo. Según el diario balear ‘Última hora’, la reina llegó con sus dos hijas a las dos de la tarde.
Para evitar cualquier tipo de fotografía, Letizia ha sido lo más discreta posible. Ha entrado junto a sus hijas por la puerta de servicio del palacio, acompañadas por un equipo de escoltas. Felipe VI no las ha recibido de inmediato, pues en ese momento se encontraba entrenando con el Aifos, el velero de la Armada con el que compite en la Copa del Rey de Vela.
Letizia tiene que presidir un acto el próximo domingo por la tarde, y la semana que viene los reyes realizarán la recepción anual con las autoridades de la isla. En ese momento acabarán sus compromisos en Palma de Mallorca, pero no pueden marcharse hasta que promocionen el turismo en las baleares. Seguramente aparezcan fotografías de la familia junto a la reina Sofía dando un paseo por el casco histórico. En ese momento ya podrán marcharse. La reina quiere disfrutar de unas merecidas vacaciones discretas, alejada de cualquier Borbón.
Las verdaderas vacaciones de los reyes y sus hijas empiezan el 5 de agosto
Este año será especial porque el 17 de agosto sus hijas marcharán de casa y no volverán en varios años. Por un lado, Leonor jurará bandera e ingresará en la Academia General Militar de Zaragoza donde realizará el primer curso de la formación militar. Por otro lado, Sofía seguirá los pasos de su hermana y estudiará bachillerato internacional en el UWC Atlantic College Gales. De esta forma, Letizia consigue mantener a sus hijas en un perfil bajo durante los próximos 3 y 2 años.
Del 5 de agosto al 15 de agosto, la familia real guardará absoluto silencio y disfrutarán de unas merecidas vacaciones con un destino que solo conoce el presidente del gobierno en funciones, Pedro Sánchez, por cualquier emergencia. Es probable que como han hecho en años anteriores, los reyes y sus hijas desaparezcan de Mallorca por mar y no por aire. Un yate de grandes dimensiones y sin nombre para no ser identificado atraca no muy lejos del puerto, lo utilizaron durante los años postpandemia por temas de seguridad y salud. Una forma de viajar más discreta donde pueden garantizar su privacidad. Es un barco de alquiler que no es propiedad de Casa Real. Cuentan a bordo con la tripulación y personal de servicio, además de todas las comodidades.