La ruptura ya no se mantiene en secreto, y tampoco hay intentos de ocultarla más. La relación entre Felipe y Letizia parece haber llegado a su fin. La falta de complicidad entre ellos es evidente en sus recientes apariciones públicas. En las últimas semanas, han surgido señales de alarma notables. En el homenaje a las víctimas del incendio en Valencia, los reyes llegaron por separado y se mostraron visiblemente incómodos juntos. En la misa en honor a Constantino de Grecia en Windsor, Letizia quedó sola, mientras que el rey aprovechó la oportunidad para reunirse con su familia, posando incluso junto a Juan Carlos. Estos gestos dejan entrever que Letizia ha perdido influencia en la monarquía y ya no toma todas las decisiones. La campaña de desprestigio en su contra ha tenido éxito.
Aunque no se conoce la identidad del instigador de esta campaña difamatoria ni quién persuadió a Jaime del Burgo para que revelara el secreto que la Casa Real intentó ocultar durante la última década, se sugiere que es alguien interno en Zarzuela. En años anteriores, Letizia ostentaba el poder en la corona, relegando a Felipe a un segundo plano discreto cuando, en realidad, debería ser él quien tome todas las decisiones y represente a la corona. Actualmente, Letizia se encuentra en una situación fuera de su control, y los Borbón han recuperado la supremacía.
Letizia y Felipe, cese de la convivencia desde 2012, divorcio en abril de 2025
En 2012, Felipe y Letizia atravesaron una profunda crisis, vinculada a la situación problemática de la monarquía en ese momento, marcada por las acciones cuestionables de Juan Carlos y la revelación del caso Nóos, que llevó a Iñaki Urdangarin a prisión. La confianza del público en la monarquía se desplomó, y los reyes actuales tuvieron que intervenir, distanciándose por completo de los Borbón, siguiendo la orden directa de Letizia, quien finalmente logró su objetivo.
Sin embargo, recientemente se ha revelado, gracias a Jaime del Burgo, que Letizia fue infiel a Felipe con él durante varios años, una infidelidad que el rey tardó más de cinco años en descubrir y que no pudo perdonar. Aunque intentaron remediar la situación, no fue posible. Los reyes llevan tiempo llevando vidas separadas. A pesar de que la madre de Leonor y Sofía deseaba divorciarse, su esposo se lo prohibió para evitar un escándalo. Por tanto, en la actualidad han optado por cesar la convivencia, siguiendo el ejemplo de Juan Carlos y Sofía. Se especula sobre un posible divorcio en el futuro, pero por ahora no está contemplado, siendo la mejor opción para los reyes llevar vidas separadas.