Recientemente el rey Juan Carlos se dejó ver junto a su esposa la reina Sofía durante la ceremonia del hijo del rey Abdalá y la reina Rania. Lo que sorprendió de esta aparición fue el estado físico y de salud del Emérito, quien visiblemente posee problemas de movilidad, pues entró caminando ayudado de su bastón y de la mano de su asistente.
Esta situación por la que atraviesa el padre de Felipe VI, quien reside en Abu Dabi, capital de Emiratos Árabes Unidos, puede resultar un dolor de cabeza para la corona española y además un golpe con consecuencias incalculables.
Juan Carlos I y su preocupante estado de salud
Lo que impactó aún más sobre Juan Carlos I fue que al culminar la boda, todos se vieron obligados a dirigirse a otro lugar del palacio de Zahran, y el rey fue fotografiado en silla de ruedas porque posiblemente estaba demasiado cansado para continuar caminando.
Esta es una imagen que el Emérito se ha esforzado durante mucho tiempo por evitar. Cabe destacar que, según Voxpópuli, el hombre de 85 años utiliza la silla de ruedas también para desplazarse dentro de su casa. Recordemos que, no es la primera vez que se le ve de esta manera, ya que en 2018 fue operado de la rodilla y abandonó así el hospital, pero sí en un evento como éste.
Según El Español, el suegro de Letizia caminó para estrechar la mano de sus anfitriones. La razón para que siempre trate de hacer un esfuerzo, a veces titánico, para mantenerse en pie en sus apariciones públicas hay que buscarla en su obsesión por no acabar en una silla de ruedas como le sucedió a su madre, María de las Mercedes.
Pero eso no es todo, algo que tampoco se pudo esconder fue su estado de delgadez. El rey Juan Carlos está mucho más delgado que cuando estuvo presente en Sanxenxo el pasado mes de abril. La imagen que mostró en la reciente ceremonia real da la apariencia de que su estado de salud en la actualidad es delicado y frágil, lo que resultaría un dolor de cabeza para la corona española.
El rey Juan Carlos padece de un gran dolor de caderas
En ese sentido, un informante, que fue consultado por el citado medio tras el ingreso de Juan Carlos I en la clínica Quirón de Madrid para una revisión, reveló que el Emérito "tiene unos dolores de cadera insoportables. Ese es todo el problema y la verdad: tiene mala solución. Y esto es una cosa que le obsesiona porque no quiere que nadie le vea en silla de ruedas".
De hecho, la fuente relató que, en esa visita al hospital, el emérito tuvo una reacción sorprendente cuando, al salir del ascensor sentado en su silla, una persona lo reconoció pese a que trataba de ir de incógnito.
“Vimos a dos personas que le reconocieron al segundo y el Jefe dio un salto para ponerse de pie que yo hacía muchos años que no le veía con esa agilidad. La situación le crea mucha frustración porque él quiere volver a algo que no va a pasar nunca. La edad es la edad y 81 años son muchos", dijo.