Felipe VI y Letizia intentan limpiar la imagen de la corona tras las polémicas de Juan Carlos en las últimas décadas. Se muestran mucho más cercanos, alejados de la familia Borbón, pero no escatiman en gastos. Como su padre, al actual rey también le apasionan el esquí y la vela, por suerte la caza no. El padre de Leonor y Sofía participa todos los veranos en la Copa del Rey de Vela celebrada en Palma de Mallorca. En esta ocasión ha quedado segundo con su embarcación.
El año que viene también participará y aspira a ser el primero. La Armada Española invertirá 1,8 millones de euros en el encargo y la construcción de un nuevo velero de regatas para el Rey, tal y como ha explicado infodefensa.com.
Esta nueva embarcación sustituirá al antiguo Aifos de la Comisión Naval de Regatas de la Armada, y se prevé que esté listo en unos ocho meses, periodo que dura su construcción. Será una buque de 50 pies, 4’70 metros de manga, calado de tres metros, superficie vélica de 400 metros cuadrados y 8.7 toneladas de desplazamiento, además de motor y todo el equipamiento técnico para la navegación de competición.
Si todo marcha según lo previsto, es muy probable que Felipe VI puede disfrutar de la próxima Copa del Rey con su nuevo barco de regatas. Será el protagonista de todas las miradas y tendrá uno de los mejores veleros del mundo.
El nuevo velero no llegó en 2019 por la crisis del coronavirus
La Armada ha decidido que el velero de Felipe VI ha quedado desfasado, ya es el segundo intento de cambio. Se trata de un TP52 botado en el año 2005 y que proclamó al entonces príncipe vencedor de la Copa en 2008, aunque en aquella época estuvo patroneado por el almirante Jaime Rodríguez Toubes.
El primer intento de sustitución se produjo en 2019. La Armada quería para Felipe un barco mucho más competitivo, moderno y puntero, por ello firmaron un acuerdo con los exclusivos astilleros finlandeses Swan.
El contrato contemplada la cesión de un Swan 50 Club a la Armada durante dos años, con una opción de compra al tercer año y con un coste global de un millón de euros.
Pero la crisis del coronavirus complicó su llegada. Casa Real pidió austeridad y no hubiese estado bien visto que se gastasen en ese momento 1,8 millones de euros. Así que se devolvió el velero sin opción de compra. Aquel impresionante Swan que el rey devolvió se bautizó como Aifos 500 en conmemoración al quinto centenario de la primera vuelta al mundo. Fue diseñado por el prestigioso arquitecto naval argentino Juan Kouyoumdjian. Así que a La Armada no le quedó más remedio que reparar el antiguo velero para subsanar sus fallos.