Hace unos meses la monarquía, y más concretamente Juan Carlos I, fue noticia tras la publicación del libro ‘King Corp: El imperio nunca contado de Juan Carlos I’, escrito por los periodistas David Fernández y José María Olmo. Al margen de algunos episodios oscuros que implicaban al emérito, lo que más llamó la atención fue la presunta hija ilegítima que había tenido Juan Carlos I con una aristócrata en los años 70 llamada Alejandra.
Todas las miradas se pusieron entonces sobre Alejandra de Rojas, hija de Charo Palacios. Y tan graves se vieron las acusaciones entonces que el rey emérito, que nunca desmiente nada, salió a la palestra para negar la mayor. "Niego absolutamente haber tenido relación amorosa alguna con la señora doña Rosario Palacios y consecuentemente haber tenido una hija con ella", rezaba el comunicado que publicó el emérito. Alejandra de Rojas también negó ser hija del emérito, amenazando con acciones legales contra los medios que inventaran historias sobre ella.
La casa real no desmiente las declaraciones de Jaime del Burgo
En las últimas semanas, la señalada en la casa real ha sido la reina Letizia. El motivo: la presunta infidelidad a Felipe VI con Jaime del Burgo. La primera habría tenido lugar entre 2002 y 2004, dos días antes de casarse con Felipe. La segunda se habría producido entre 2010 y 2011, cuando Leonor y Sofía ya habían nacido.
Sin embargo, pese a la gravedad de las informaciones, nadie de la casa real ha salido a desmentir el asunto. No obstante, no sería casualidad que desde la monarquía no se hayan pronunciado.
Zarzuela hace como si la reina Letizia no existiera
Por un lado, porque desmentirlo sería dar bombo al asunto y dejar como un pelele inseguro a Felipe VI. Negarlo demostraría preocupación en la familia real, lo que confirmaría que el asunto ha tenido mucha relevancia dentro de los muros de palacio y que hay algo que justificar.
Por otro, porque ahora la importante en la institución es la princesa Leonor. Lo que ha hecho Letizia ya no importa. La consorte ya ha cumplido con su trabajo. Letizia es el pasado, Leonor el presente y el futuro. Y lo importante ahora es filtrar informaciones positivas de Leonor, no hablar de los asuntos oscuros de Letizia.
En este sentido, no hay dudas de que si la afectada por alguna información fuera Leonor, se habría saltado a la yugular desde la casa real. De hecho, en su momento ya se pidió a los medios que dejaran de publicar ciertas informaciones de la princesa cuando todavía era menor de edad.