Sin avisar y sin pedir permiso. El rey emérito Juan Carlos I sigue haciendo lo que le da la gana. Ya ni siquiera tiene respeto por su hijo, el rey Felipe VI. Y es que después de que el Jefe de Estado le haya pedido que no vuelva a España si no es para un acto institucional ineludible, Juan Carlos tiene previsto regresar el próximo miércoles 19 de abril.
Tal y como confirman numerosos medios, el emérito tiene previsto un viaje la semana que viene del cual se han enterado en la Zarzuela a través de los medios de comunicación. No se lo ha dicho a su hijo y tampoco le ha pedido permiso. Y no viene precisamente a un acto institucional, sino a disfrutar de las regatas de Sanxenxo, así como para arreglar algunos asuntos burocráticos que tiene pendientes en Cataluña y en Galicia relacionados con unas propiedades. Parece ser que estas no están a su nombre y necesita venderlas para arreglar el testamento y que sus hijas, las infantas Elena y Cristina, no tengan problemas a la hora de recibir la herencia.
“Juan Carlos hace lo que le da la gana”
“No solo no lo ha comunicado -ya que es cierto que permiso no tiene que pedir-, sino que se ha saltado las peticiones que se le hicieron cuando en mayo del año pasado montó el circo que montó: que no acudiera nunca más a la localidad gallega, que si quería volver no había problema, pero que era aconsejable que buscara un lugar más discreto como Zarzuela, si quería visitar Madrid, o cualquiera de las muchas fincas que tienen los amigos que todavía le quedan, ya sea en Toledo o en Extremadura. Pero vamos, que hace lo que le da la gana. Ahora veremos la que lía y cómo se soluciona”, comenta una fuente para el diario ElEspañol.
Pero al margen de si Juan Carlos pasa de todo y le da igual si sus visitas perjudican el reinado de su hijo o el de su nieta Leonor, esta visita está causando una nueva crisis en la Zarzuela entre el rey Felipe VI y la reina Letizia.
Nueva situación de tensión en Zarzuela
Porque las instigadoras de la visita de Juan Carlos, quienes han animado al emérito a viajar a España, han sido las infantas Elena y Cristina. Un hecho que ha puesto de los nervios a la reina Letizia. No es un secreto que Letizia no mantiene una relación fluida con sus cuñadas, a la vez que considera que cualquier acercamiento de Juan Carlos supone puntos negativos para la casa real. Y siente que esta ‘invitación’ al emérito es un nuevo desafío a la corona por parte de las hermanas de su marido.
Con todo, la situación vuelve a ser tensa en la Zarzuela, donde Felipe intenta lidiar con este nuevo episodio desagradable para la ex de Televisión Española.