La imagen impecable de la reina Letizia, cuidadosamente construida a lo largo de los años, ha comenzado a mostrar fisuras tras la reciente revelación de un comportamiento que contradice una de sus afirmaciones más repetidas: su abstinencia de alcohol. Desde que ingresó a la familia real hace 21 años, Letizia ha proyectado una imagen de estricta disciplina y vida saludable, un estilo de vida que, según ella misma ha declarado en varias ocasiones, incluye la abstención total de bebidas alcohólicas. Sin embargo, nuevas informaciones parecen desmentir esa imagen, exponiendo lo que muchos ya califican como un engaño que ha perdurado durante más de dos décadas.
En una entrevista de 2015, la reina dejó clara su postura: "Yo no bebo ni café ni vino. Soy incapaz", afirmaba, subrayando que había dejado atrás cualquier consumo de alcohol y que se consideraba completamente abstemia. Esta declaración se alineaba con la narrativa que Letizia ha cultivado, centrada en la vida saludable, con una dieta estrictamente controlada y hábitos que promueven el bienestar físico. Sin embargo, diversas fuentes han comenzado a poner en duda esa afirmación, y Zarzuela parece haber dejado de proteger esa imagen idealizada.
La faceta abstemia de la reina Letizia se desmorona en Pontevedra
El pasado fin de semana, Letizia y el rey Felipe VI viajaron a Pontevedra para reunirse con su hija, la princesa Leonor, en un encuentro que celebraba los 40 años de la jura de bandera de la promoción de la Armada de Felipe. Un encuentro que fue amenizado con la presencia del rey emérito Juan Carlos I en la Academia Naval, a donde viajó desde Sanxenxo para estar en Marín con su nieta, la princesa heredera. Se conoce que el emérito llevaba tiempo queriendo coincidir con Leonor y por fin lo consiguió. Lo que no se sabe es si la visita estaba programada o fue una sorpresa para los monarcas. Aunque lo que realmente captó la atención fue un detalle del menú publicado por ‘El Diario de Arousa’.
Según el medio local, durante la comida, mientras Leonor pidió agua, Letizia “optó por degustar un buen albariño”, un vino blanco típico de la región. Esta información causó revuelo, pues contradice directamente la afirmación de la reina de que no consume alcohol. Letizia ha sido conocida por evitar incluso los brindis con champagne o cava en eventos oficiales, lo que hizo que su elección en esa cena resultara aún más sorprendente.
Letizia no renuncia a un buen vino para comer
Este incidente ha traído a la luz viejas historias que apuntan a que Letizia no siempre fue abstemia. Se ha hablado en repetidas ocasiones de su etapa en México, donde, según rumores, tenía una afición particular por el vino y el tequila, e incluso se ha insinuado que fue protagonista de fiestas universitarias regadas con alcohol. Una excompañera de universidad reveló hace poco en 'La Revuelta' de TVE que Letizia era conocida por disfrutar de bebidas como el vino o el calimocho, aunque en aquel entonces también destacaba por su impecable rendimiento académico.
Con estas nuevas revelaciones, la narrativa cuidadosamente construida por Letizia parece desmoronarse. Durante años, la Casa Real ha protegido a la reina, evitando que estas historias llegaran a los medios o se confirmaran, pero ahora, parece que esa protección se ha debilitado. La exposición de este episodio en Pontevedra ha dejado al descubierto una faceta más humana y menos pulcra de la consorte, lo que ha generado una gran controversia en los círculos cercanos a la monarquía y entre la opinión pública.