Alejandra de Rojas fue noticia de portada hace unos meses, tanto en revistas de papel cuché como en programas del corazón. Según los periodistas David Fernández y José María Olmo, el rey emérito había tenido una hija ilegítima llamada Alejandra, en su último libro ‘King Corp’, que trata sobre las finanzas del padre de Felipe VI. Y todas las miradas viraron hacia Alejandra de Rojas.

El revuelo fue tremendo. Los periodistas se hicieron eco de la historia y se habló de la relación entre Juan Carlos y Charo Palacios, la madre de Alejandra. La familia de la joven respaldó la versión de que Juan Carlos y Charo habían tenido una relación estrecha., pero negaron que Alejandra fuera hija del emérito.

Los protagonistas niegan la mayor

Mientras tanto, Juan Carlos no se quedó de brazos cruzados y emitió un comunicado negando todo. "Niego absolutamente haber tenido relación amorosa alguna con la señora doña Rosario Palacios y consecuentemente haber tenido una hija con ella", afirmó el emérito. Además, amenazó con demandar a quienes difundieran información falsa.

La respuesta de Alejandra de Rojas no se hizo esperar. También emitió un comunicado contundente desmintiendo ser hija secreta del rey Juan Carlos y amenazando con acciones legales contra los medios que inventaran historias sobre ella.

Silencio absoluto sobre Alejandra de Rojas

Sin embargo, después de esos comunicados, nadie volvió a hablar de Alejandra de Rojas. Desapareció del mapa. Cuando la información salió a la luz estaba en medio de su divorcio y, de repente, el silencio absoluto. Parece que alguien en la Casa Real ha hecho desaparecer a la modelo de un plumazo. Como si se la hubiese tragado la tierra.

Alejandra de Rojas llegada efe
Alejandra de Rojas EFE

Algunos círculos aseguran que muchos medios de comunicación fueron obligados a cesar cualquier información relacionada con Alejandra, así como se recomendó que no se hablara del famoso libro 'King Corp' ni nada relacionado con el tema. Parece que alguien ha dado la orden de silenciar el asunto y enterrarlo bien profundo.