Jaime del Burgo ha desaparecido. O lo han hecho desaparecer. Se ha desintegrado, evaporado o suicidado en redes en un momento muy delicado. Este lunes 4 de marzo el examante de la reina Letizia, la persona que ha sacudido los cimientos de la Casa Real como no había sucedido en los 10 años de reinado de Felipe, había colgado un último tuit amenazador. Se dirigía exclusivamente a dos cuentas de twitter oficiales: la de Casa Real y la del presidente del Gobierno. Del Burgo mantenía bloqueadas las respuestas en twitter, nadie podía escribirle ni interpelarlo, pero dio un plazo de 48 horas a dos instituciones oficiales, Zarzuela y Moncloa, para enviarle cualquier pregunta o reproche. El plazo acababa esta noche de martes a miércoles. Pues el ultimátum a Felipe y Letizia nunca llegará a cumplirse porque Del Burgo se ha fundido, ya no existe ni en twitter ni en Instagram. Fulminado. Es el precio de poner un ultimátum, una cuenta atrás, un reloj a Zarzuela y Moncloa, es decir, al CNI, al Ejército y a la Policía. Pretendía humillarlos y quien ha quedado humillado es él. Borrado del mapa. Adiós Del Burgo. Cancelada totalmente su cuenta de Instagram y borrado todo el contenido de su cuenta de twitter. No queda ni una sola foto ni un solo mensaje de Jaime del Burgo. Con un matiz, la cuenta de twitter sigue pero sin nombre, solo una letra jota, y sin foto, con una imagen en negro. Del Burgo fundido a negro. Da miedo:
Este twitter parece la marca de un cadáver, como aquellas siluetas que la policía dibuja en el suelo con la forma que ha quedado el cuerpo de una persona asesinada. Sin rastro de él. Es evidente que no se trata de la muerte física del excuñado de Felipe. Es el hijo de un poderoso expolítico del PP y miembro de una familia navarra multimillonaria. Pero se parece mucho a su muerte civil. Camilo Villarino, nuevo jefe de Casa Real, ha acabado con los tres jaimes que hundieron a Felipe: su predecesor, Jaime Alfonsín, incapaz de gestionar la crisis, el periodista Jaime Peñafiel, despedido y que nunca más ha hablado de Del Burgo y ahora el tercer Jaime, Del Burgo volatilizado. Tres cadáveres y que no parezca que están muertos. Un trabajo muy profesional.
Lo que le ha pasado a Del Burgo recuerda a lo que le hicieron a David Rocasolano, el primo de la reina que escribió un libro brutal, Adiós princesa, donde revelaba trapos sucios y esqueletos en el armario de Letizia y los Borbones, especialmente aspectos delicados como el aborto de Letizia, los intentos de Felipe de borrar pruebas o la responsabilidad de Letizia en el suicidio de Erika, su hermana pequeña. David Rocasolano desapareció después de una sospechosa condena penal a prisión e inhabilitación por un caso muy raro y menor de cuando ejercía de abogado. No se ha sabido nunca más nada de él, ni entrevistas, ni redes sociales. EN Blau ha intentado durante años ponerse en contacto con el primo de Letizia a través de familiares y no ha sido posible. Todos callan. Se ha volatilizado. Del Burgo sigue el mismo camino y para más ridículo, antes de culminar el plazo de 48 horas que él mismo, de manera pública y presuntuosa, había dejado escrito. Este es el rastro de su último tuit:
La gran pregunta es qué ha pasado. Hay 4 opciones: lo ha borrado todo Del Burgo por voluntad propia, lo han obligado a borrarlo, es obra de hackers del CNI o de presiones de Zarzuela a Elon Musk y a Mark Zuckerberg, dueños de twitter e Instagram. La respuesta más evidente es la segunda: lo ha borrado él pero obligado por Zarzuela y Moncloa. La prueba es que no ha cancelado su cuenta de twitter, solo ha borrado el contenido, incluso la foto o la descripción del perfil. Solo conserva la ubicación, Londres, donde reside y el nombre @jaimedelburgo. No ha cancelado la cuenta porque perdería los 35 mil seguidores que ha acumulado y son su único patrimonio en todo el asunto Letizia. Sin ellos no sabe a quién dirigirse cuando anuncia un libro, una amenaza o un insulto. Todo parece indicar que el famoso libro que tenía que autopublicarse sobre Letizia nunca verá la luz. Lo han "convencido" de que mejor que no lo publique.
Sin redes sociales Del Burgo no tiene nada. Toda la prensa lo ha silenciado y él ha insultado a los pocos que explicaban el adulterio de Letizia, que sigue siendo una verdad que conoce toda España. Ese escándalo, los cuernos al rey, no lo podrán tapar nunca. Pero el amante de la reina se ha aislado tanto que ha llegado a creer que amenazar a Moncloa y Zarzuela con una cuenta atrás le saldría gratis. Poner un ultimátum de 48 horas y desaparecer cuando han pasado las primeras 24 horas es hacer mucho el ridículo. A quien han asesinado es a su ego.