Durante años, la reina Letizia ha mantenido un control casi absoluto sobre la vida de su hija, la princesa Leonor. Desde los detalles más insignificantes, como los menús escolares, hasta las decisiones más importantes en sus relaciones interpersonales, Letizia ha ejercido una influencia dominante sobre la futura reina. Sin embargo, este control está llegando a su fin. Con la mayoría de edad de Leonor y el deseo de la joven princesa de buscar su propio camino, la dinámica familiar está experimentando un cambio significativo.
El distanciamiento entre madre e hija se ha hecho más evidente en los últimos tiempos, especialmente tras las revelaciones sobre las presuntas infidelidades de Letizia al rey Felipe VI. Estas revelaciones han sacudido la relación entre ambas, creando una brecha que parece difícil de superar. Leonor, que se ha convertido en una figura cada vez más autónoma, ha comenzado a cuestionar las decisiones y acciones de su madre, especialmente en lo que respecta a su posible intención de dejarlo todo, incluidas a sus hijas, para mudarse a Estados Unidos con Jaime del Burgo.
La princesa Leonor se aleja de la reina Letizia
Este cambio en la relación se refleja claramente en el comportamiento de Leonor. Las visitas de la princesa a Zarzuela han disminuido notablemente, y ahora prefiere pasar más tiempo con sus amigos. Su presencia en Madrid se limita principalmente a eventos institucionales, y cuando no está cumpliendo con sus deberes oficiales, busca actividades independientes que le permitan distanciarse de la atmósfera tensa que se respira en la residencia real.
Desde Zarzuela, se ha tomado la decisión de mantener una separación pública entre Letizia y Leonor. La Casa Real está interesada en evitar que Leonor sea percibida como dependiente de la influencia de su madre, especialmente en un momento en que la imagen de Letizia ha comenzado a deteriorarse. Esta desvinculación no solo busca proteger la figura de Leonor, sino también proyectar una imagen de independencia y fortaleza en la futura reina.
Zarzuela, nueva estrategia en la casa real
Un claro ejemplo de esta estrategia se dio cuando Letizia expresó su deseo de acompañar a Leonor en su primer día en la Escuela Naval Militar de Marín. A pesar de estar dispuesta a retrasar su viaje a París para los Juegos Paralímpicos con tal de estar con su hija, desde Zarzuela le recoomendaron que no fuera. Esta intervención dejó claro que se quiere reducir la presencia de Letizia en la vida pública de Leonor, marcando una nueva etapa en la relación madre-hija.
Este alejamiento también se enmarca en un contexto más amplio de cambios dentro de la familia real. Las infantas Elena y Cristina, que durante años estuvieron en un segundo plano, han comenzado a recuperar protagonismo. Al mismo tiempo, Felipe VI, quien había mantenido cierta distancia con sus hermanas, ahora se muestra más cercano a ellas, reforzando una imagen de unión familiar en tiempos de transformación.