Para Iñaki Urdangarin, su condena no solo significó la pérdida de su libertad, sino también la certeza de haber sido abandonado por la familia real. Quien fuera uno de los miembros más cercanos a la monarquía española se sintió traicionado cuando, en lugar de recibir apoyo, vio cómo Juan Carlos I permitía que la justicia siguiera su curso sin intervenir en su favor.

Desde el primer momento, Urdangarin supo que la Casa Real tenía el poder de frenar su condena. De hecho, según revelaciones del excomisario Villarejo en el canal de YouTube de Laura Rodríguez, el rey emérito consideró la posibilidad de interceder para que su yerno evitara la cárcel. Sin embargo, la influencia de la reina Sofía fue clave para que Juan Carlos decidiera apartarse y dejar que Iñaki asumiera las consecuencias de sus actos. La emérita consideró que el ex deportista merecía un castigo severo por cuestiones ajenas al caso Nóos.

Infanta Cristina e Iñaki Urdangarin
Infanta Cristina e Iñaki Urdangarin

Iñaki Urdangarin no solo ingresó en prisión por el caso Nóos

El motivo detrás de esta decisión no fue solo el escándalo del caso Nóos, sino algo más personal: su infidelidad a la infanta Cristina. Para los Borbón, y para la reina Sofía, la deslealtad de Iñaki no era solo una traición matrimonial, sino también un daño irreparable a la imagen de la familia. Su comportamiento había expuesto a Cristina a la humillación pública, y eso, en los círculos de poder, no se perdona fácilmente. Suficiente había aguantado Sofía con Juan Carlos para que otros miembros de la familia fueran haciendo de las suyas.

Mientras cumplía condena en la prisión de Brieva, Urdangarin entendió que su caída no había sido solo producto de sus errores, sino de una estrategia de Zarzuela para marcar distancias y protegerse. Fue entonces cuando decidió tomar cartas en el asunto y comenzó a trabajar en una venganza silenciosa: escribir un libro en el que desvelaría los secretos más oscuros de la monarquía.

Iñaki Urdangarin
Iñaki Urdangarin

Iñaki Urdangarin se cobra su venganza

Según el periodista Juan Luis Galiacho, este libro contenía información delicada sobre la vida privada de los Borbón, incluyendo detalles de los escándalos de Juan Carlos I y los conflictos en el matrimonio de Felipe VI y Letizia. Su publicación habría sido devastadora para la imagen de la corona, lo que llevó a la Casa Real a buscar una solución discreta antes de que el escándalo fuera mayor.

Así nació un pacto de silencio. Según Galiacho, Iñaki habría recibido un pago de 2 millones de euros y una pensión vitalicia de entre 25.000 y 50.000 euros mensuales a cambio de no publicar su testimonio. Una suma más que suficiente para asegurarse de que el libro jamás saliera a la luz y que Urdangarin se mantuviera alejado del foco mediático.