La reina Letizia es conocida por su obsesión con el cuidado personal y su compromiso con un estilo de vida saludable. Desde hace años, mantiene una dieta estricta, basada en alimentos frescos y libres de grasas y azúcares, y sigue una rutina de ejercicio riguroso que intenta inculcar a su esposo, el rey Felipe VI, y a sus hijas, Leonor y Sofía. Incluso en el colegio de las niñas, Santa María de los Rosales, promovió un cambio en los menús para adaptarlos a su filosofía alimentaria.
Sin embargo, hay un aspecto oculto en su estilo de vida que la contradice por completo. Aunque públicamente la consorte se muestra como una férrea opositora al tabaco, con discursos en contra de este hábito y una actitud intolerante hacia quienes fuman en su presencia, varias fuentes aseguran que Letizia nunca ha logrado dejarlo del todo.
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Letizia, la reina antitabaco, sigue enganchada al cigarrillo
La ironía de su situación no pasa desapercibida. Por un lado, es una de las figuras públicas más activas en la promoción de hábitos saludables, pero por otro, lucha contra una adicción que no ha conseguido superar.
Los momentos de mayor debilidad para la reina han sido los periodos de tensión emocional. Uno de los episodios más difíciles fue la muerte de su hermana Érika, momento en el que Letizia recayó de forma evidente. Desde entonces, aunque ha reducido su consumo, no ha logrado abandonarlo por completo. En los últimos años, las fuentes cercanas a la Casa Real afirman que la reina sigue fumando ocasionalmente, sobre todo cuando atraviesa situaciones de estrés o tensión dentro de Zarzuela.
Letizia intenta desengancharse por completo
A lo largo de los años, Zarzuela ha intervenido en varias ocasiones para ayudar a Letizia a abandonar este hábito. Hasta el momento, ha probado cuatro tratamientos distintos, todos con la esperanza de que lograra desengancharse. Entre ellos, se incluyen terapias de sustitución, sesiones con especialistas y métodos modernos como la hipnosis y el uso de fármacos específicos. Sin embargo, todos han fracasado. La Casa Real sigue buscando soluciones para que Letizia logre dejar el tabaco definitivamente, pero por ahora, todos los intentos han sido en vano.
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Quien puso sobre la mesa este vicio de Letizia fue el escritor Leonardo Faccio. En su libro ‘Letizia. La reina impaciente’, ya insinuó que la reina mantenía un hábito secreto relacionado con el tabaco. Según su investigación, Letizia ha sido una de las figuras más activas en la lucha contra el tabaquismo, calificándolo como una “enfermedad y una amenaza social y médica”, pero en privado aseguraba que no ha podido romper con esta adicción. Además, en una entrevista posterior, Faccio contó que un académico le reveló que, tras un acto oficial, vio a Letizia abrir su bolso y sacar un paquete de Marlboro. Aunque el autor matizó que la reina nunca tuvo un hábito permanente, sí admitió que era una fumadora social y que, en momentos de estrés, recurría al tabaco.