Jaime del Burgo dio su testimonio a Jaime Peñafiel, pero aparentemente no fue completamente claro, omitiendo algunos detalles. A través de sus redes sociales, el abogado rompió su silencio después de una década, ya sin vínculos con los Borbón, sin revelar el motivo real de sus intenciones. El ex de Telma Ortiz proporcionó diversos datos para respaldar sus afirmaciones, incluso mencionó tener material gráfico que demostraría la infidelidad, el cual intentaron robarle en una ocasión.
Los medios de comunicación ya tenían preparada la noticia del divorcio real, con cobertura internacional. Aunque Juan Carlos y Sofía, previamente advertidos sobre Letizia, dejaron claro que debían aguantar y aparentar normalidad, manteniendo la imagen de un matrimonio fortalecido frente a la institución, con libertad para actuar de manera diferente en privado.
Felipe y Letizia tienen preparado el divorcio
Según Pilar Eyre, todas las discusiones entre Felipe y Letizia se deben a la familia Borbón. La crisis más intensa en su matrimonio ocurrió durante el caso Nóos, cuando la corona estaba en riesgo. La reina culpaba a su esposo por todo, generando máxima tensión. Estuvo cerca de divorciarse, pero los asesores de Zarzuela intervinieron rápidamente por solicitud del rey. Este recordó a su esposa las cláusulas matrimoniales que habían firmado, indicando que en caso de divorcio, no vería más a sus hijas, quienes quedarían bajo la custodia de Felipe en Zarzuela. Ante la posibilidad de perder a sus hijas, la reina reconsideró y dio una segunda oportunidad a su esposo.
Antes de casarse, Felipe y Letizia establecieron "cláusulas específicas" que conformarían un protocolo en caso de una crisis matrimonial. En el caso de divorcio, Letizia aseguró su futuro, expresando su deseo de retomar su carrera como periodista. El exabogado de la reina, David Rocasolano, filtró un contrato de 50 páginas que detallaba las condiciones ventajosas para ella en caso de divorcio. Esto incluía una asignación económica mensual de por vida como madre de la futura Jefa de Estado, Leonor, así como dos residencias oficiales y personal de servicio. Felipe firmó estos acuerdos enamorado y convencido de la permanencia de su matrimonio, destacando la importancia de la institución y la continuidad dinástica.