Ha pasado un mes desde que Valencia vivió uno de sus peores momentos en la historia. Una DANA se situó encima de España provocando en algunas zonas grandes catástrofes. Más de 200 fallecidos, decenas de desaparecidos y muchas familias sin hogar. Es una situación que no podrá olvidarse fácilmente, y es que en las calles de algunas localidades todavía puede verse el barro, los coches apilados o las casas demolidas.
Felipe VI y Letizia se comprometieron con las zonas afectadas. En su primera visita, cargada de tensión y crispación por parte de los ciudadanos, aguantaron estoicamente el chaparrón, que vino acompañado de barro. Algunos valencianos les dejaron claro que no era para ellos, sino para los dirigentes políticos que les acompañaron y se escudaron en ellos y sus escoltas.
Los reyes escucharon a las víctimas y pidieron perdón por los errores con resignación. Letizia sentía una gran frustración y rabia por la situación, sus ojos se inundaron en lágrimas y eso son unas imágenes que difícilmente podrán borrarse. La semana siguiente eliminar todos sus compromisos institucionales para centrarse en la DANA y sus consecuencias. 10 días más tarde visitaron solos las zonas afectadas, también fueron a Albacete. Allí vivieron otro momento más calmado. La situación estaba más calmada.
Felipe VI y Letizia, aclamados a su entrada a la Catedral de Valencia
Los monarcas también han querido estar presentes en la misa funeral que se organizó para las víctimas el pasado lunes en la catedral de Valencia, oficializada por el arzobispo. A la misa asistieron un total de 400 familiares de afectados. Felipe VI y Letizia acudieron vestidos de negro en señal de respeto a las víctimas. No han querido perder la ocasión de dar el pésame a los familiares. En muchos casos han conversado con ellos. Antes de iniciar la misa y dirigirse a las familias, el arzobispo ha querido tener unas palabras con los monarcas por su presencia, muy agradecido. Algunos vitorearon al rey, pero no todo era de color de rosa.
Y es que Zarzuela evitó la entrada a la misa a algunas personas contrarias a la corona, y a aquellas que todavía pensaban que los reyes son los culpables de toda esta tragedia, así como algunos dirigentes políticos.
Hay mucho dolor entre los familiares de las víctimas. “Solo oímos mentiras por parte de los políticos, no nos ayudan en nada. Catarroja y Massanassa son los últimos pueblos del barranco del Poyo, estamos peor que los perros. Vamos a coger infecciones, llevamos más de un mes con lodo”, compartía Juan José Monrabal, que perdió a su madre en la tragedia. Sonia Fuster, que perdió a su padre, también ha sido muy dura con los políticos. “No han respetado nuestro dolor”.
