Juan Carlos I siempre ha resuelto todos sus dilemas con generosas sumas de dinero. El emérito se ha visto envuelto en múltiples controversias, la mayoría vinculadas a asuntos amorosos, siendo infiel a la reina Sofía en más de 5.000 ocasiones. Sus encuentros clandestinos solían ser con prostitutas de alto standing, aunque en ocasiones se vio profundamente enamorado de figuras conocidas como Bárbara Rey, Corinna Larsen y Marta Gayà. Mientras esta última permanecía discretamente a su lado sin buscar ventajas de su relación con el padre de Felipe VI, las otras dos supuestamente habrían recibido cuantiosas sumas a nombre de Juan Carlos.
Por ende, el deseo primordial de Juan Carlos siempre fue salvaguardar a su hijo, procurando evitar que enfrentara las mismas dificultades. Felipe VI poseía un atractivo innegable, con su estatura elevada, cuerpo atlético y penetrantes ojos azules, además de su linaje real. A pesar de que muchas mujeres aspiraban a obtener la corona, pocas lograban tocar su corazón. Para desdicha de su padre, el príncipe siempre se sentía atraído por mujeres de origen común, como Gigi Howard, Isabel Sartorius, Eva Sannum y Letizia. El emérito intervino en sus relaciones, utilizando tácticas clandestinas para sabotear los vínculos de su hijo. Sin embargo, con Letizia se encontró con una resistencia férrea. El hijo de la reina Sofía desafió abiertamente a sus padres y les amenazó con renunciar al trono, lo cual causó un gran escándalo. Finalmente, tuvieron que aceptar que su hijo no se casaría con una aristócrata.
Eva Sannum estuvo a punto de convertirse en la futura reina de España al estar comprometida con Felipe VI, pero las presiones externas terminaron por desbaratar esa relación, causando un dolor profundo al príncipe. Juan Carlos estuvo detrás de estos acontecimientos, asegurándose de que la noruega guardara silencio y no concediera entrevistas. "Me gustaría saber si se le pagó a Eva Sannum para que desapareciera o no. Solo Fernando Almansa, quien tuvo que lidiar con este asunto, conoce la verdad, ya que don Juan Carlos no tuvo la valentía de enfrentarse a su hijo. Entre otras razones, moralmente no podía impedir que él eligiera su propia pareja", reflexiona Jaime Peñafiel. El periodista entiende que esta es la manera en que la Casa Real encubre los asuntos más oscuros. Eva Sannum probablemente firmó un acuerdo de confidencialidad y desde entonces no se ha vuelto a saber nada de ella, manteniendo un prudente silencio sobre su relación con Felipe VI.
Zarzuela evita que se dañe la imagen de Felipe con el fin de su relación con Letizia
Eva Sannum no fue la única pareja de Felipe que recibió dinero por parte de Juan Carlos, también aceptaron Gigi Howard e Isabel Sartorius, ambas desaparecieron de la vida del entonces príncipe por la presión mediática. El emérito se había encargado de sacar a la luz trapos sucios de todas ellas para que no pudiesen aceptar casarse con su hijo. Hubiese sido una deshonra.
Lo mismo haría ahora con Felipe. Salvarle. Se cree que el rey y Letizia ya no mantienen una relación. Habrían acordado el cese de la convivencia como en su día hicieron Juan Carlos y Sofía. Un divorcio hubiese sido un escándalo. Ambos han decidido hacer sus vidas por separado, por este motivo Zarzuela evita que se revelen los nombres de las amantes del padre de Leonor y Sofía. Casa Real tiene que mantener una imagen impoluta del monarca.