Desde que Felipe anunció su compromiso con Letizia, la entonces princesa acaparó todos los focos dejando a la reina Sofía completamente desenfocada y fuera de lugar. Fue la mayor venganza hacia la monarca más querida por haberla tratado tan mal en sus inicios. La nuera de Juan Carlos se convirtió en la gran protagonista y demostró que reina se hace, no se nace. Una vez que heredó el trono, todos los medios de comunicación de todo el mundo hablaban de ella, logró eclipsar incluso al monarca, un rol que ya ha interiorizado. Sin embargo, en estos últimos meses está atravesado una importante crisis, y es que ha hecho tan bien el trabajo con Leonor, que le ha robado su sitio.
El 31 de octubre pasado marcó un hito importante para Leonor, ya que celebró su mayoría de edad y juró la Constitución. A partir de ese momento, asume mayores responsabilidades y participa en actos institucionales de manera independiente. Este acontecimiento simboliza un cambio generacional, ya que la reina Sofía ya no es indispensable en la institución. Para conmemorar este día histórico en España, Felipe y Letizia organizaron una fiesta para su hija, reuniendo a familiares y amigos cercanos. Este evento fue significativo, ya que los Borbón se reunieron casi en su totalidad después de una década, incluso compartiendo momentos con los Ortiz Rocasolano.
Los últimos días han sido cruciales para Leonor, quien ha sido el foco de atención debido a su ascenso a la mayoría de edad. Durante la última década, Letizia ha estado preparando el camino para el futuro de su hija, controlando de cerca sus movimientos. Leonor se ha convertido en una de las princesas más queridas, generando un fenómeno social conocido como 'Leormanía'. Aunque el futuro del reinado de España parece seguro, la hermana de Sofía ahora vuela sola.
Leonor cautiva a miles de seguidores a medida que se desenvuelve en eventos públicos, como el desfile de las Fuerzas Armadas, los premios Princesa de Asturias y la jura de la Constitución, que fueron los actos más vistos en televisión en octubre.
Se observa una dinámica similar a la vivida por Isabel Preysler con Tamara Falcó en el caso de Letizia. Poco a poco, la reina deja de ser la figura central para dar paso a su hija, convirtiéndose Leonor en el foco de atención, lo cual no agrada a Letizia, quien aún tiene muchos años en el trono.
Letizia podría estar celosa por la gran popularidad de Leonor: su última aparición, un éxito
Surgen rumores que sugieren que Letizia podría estar experimentando celos hacia su propia hija. Aunque ha guiado a la futura reina y ha intentado moldearla a su imagen, Leonor ha perfeccionado esos consejos, conectando más con la juventud y proyectando una imagen más natural y simpática, en contraste con la percepción de Letizia como más fría y calculadora.
Hasta hace poco, Leonor admiraba y seguía los pasos de su madre, pero ahora, tras jurar la Constitución, sigue los pasos de Felipe VI. Este cambio no pasa desapercibido para el rey, quien percibe celos por parte de Letizia ante el creciente reconocimiento y popularidad de Leonor. En los últimos eventos, la monarca se muestra seria y preocupada, tanto por su papel futuro como por los compromisos que aguardan a su hija. El futuro se presenta incierto y preocupante.
Una vez más volvió a suceder con la inauguración de la nueva legislatura, de nuevo con Pedro Sánchez como presidente del Gobierno. Por primera vez Leonor formó parte del acto junto a sus padres. A partir de ahora deberá estar presente en este tipo de actos.