La agenda de la princesa Leonor está muy apretada de cara a las próximas semanas y meses. Este año, la heredera está a punto de tener su fiesta de graduación en el internado de Gales donde está a punto de acabar el segundo curso de bachillerato. El UWC Atlantic College vestirá sus mejores galas para despedir a los estudiantes que se marchan dentro de unas semanas. ¿Será la ocasión de ver por fin alguna imagen de la hija de Felipe y Letizia después de dos años? Nos jugamos un guisante a que no será así. Después, unos días de vacaciones en un destino oculto, como siempre esconde Zarzuela. El año que Leonor soplará 18 velas es un año muy especial, porque la futura reina empezará su formación militar, primero, en una academia de Zaragoza. La hija de Felipe, vestida de soldadito español, como hizo su padre. Veremos qué tipo de peinado le permiten, veremos si muestran alguna imagen o lo esconden todo debajo de la alfombra y veremos si tendrá o no privilegios en el centro.
Desde Casa Real se jura y perjura que no será así. Pero ya nos han tomado el pelo en más de una ocasión, cosa que hace pensar que nada de lo que ahora dice Zarzuela será verdad. En su indispensable artículo de este miércoles en la revista Lecturas, Pilar Eyre analiza la figura de la heredera y avisa de que "Leonor tendrá que ganarse el cariño de los españoles". Y que su madre Letizia, que hasta ahora la ha protegido hasta el extremo, tendrá que ceder más de lo que lo ha hecho hasta ahora: "Los ciudadanos tienen que saber cosas de ella, sentirla cercana. Ha sido loable la pretensión de Letizia de resguardarla a toda costa, pero majestad, basta con eso". Basta de tener a la niña como en una burbuja.
El próximo 17 de agosto, Leonor ingresará en la academia militar de Zaragoza para iniciar su formación militar. ¿Y qué dicen en Zarzuela? Una trola como un piano. Y a los hechos me remito. Explica Eyre que "en las notas que emite Casa Real se hace hincapié en que la vida de la princesa de Asturias en la academia de Zaragoza será la de un cadete más, sin ningún tipo de privilegio"... Que le vayan a otro con estas historias. Porque la misma periodista recuerda que "Francamente, lo dudo mucho. Lo mismo nos dijeron del padre y del abuelo y más tarde nos enteramos de que tenían cuarto particular, despacho, permisos para salidas y otras dispensas, lo cual es justificable ya que necesitan determinadas medidas de seguridad inherentes a su condición". Que Zarzuela no se llene tanto la boca con promesas que son papel mojado, teniendo en cuenta los precedentes y las mentiras que ya nos hicieron tragarnos con Felipe y Juan Carlos.
Eyre también avisa de que a Zarzuela ahora le costará mucho más mantener a la hija de los reyes en el anonimato y como si se encontrara en una burbuja inquebrantable, y mantener su privacidad ajena a todo lo que se diga de ella. ¿Por qué? Porque "ya no estamos en el colegio, donde cualquier indiscreción en este sentido estaba penalizada con la expulsión inmediata del infractor"... ¿Habrá infractores en la academia militar que se vayan de la lengua sobre qué hace o qué deja de hacer Leonor? Zarzuela tiembla.